Publica "El Mundo":
Un capitán venezolano tomó este domingo por asalto una unidad militar y con ello captó toda la atención de un país convulsionado desde hace meses por una oleada de protestas, un capítulo más en su historial de rebeldía contra el Gobierno y de su intento de agitar a los militares frente a Nicolás Maduro.
Se trata de Juan Carlos Caguaripano Scott, miembro de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada), que en 2014 hizo pública su oposición a la revolución bolivariana por la represión a las protestas antigubernamentales de entonces, que se saldaron con 43 fallecidos, según datos oficiales.
Desde aquel momento ha permanecido en la clandestinidad -algunos aseguran que estuvo fuera del país- y ha sido señalado como uno de los artífices de un plan golpista frustrado en 2015 que incluía matar al jefe de Estado, según el chavismo gobernante, y que recibió el nombre de "Operación Jericó".
Caguaripano, identificándose como capitán activo de la GNB, publicó en abril de 2014 en las redes sociales su primer "llamado a la reflexión" a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el que aseguraba que había "sobradas razones legales y constitucionales para intervenir".
A saber, "la ocupación, intromisión y violación de la soberanía nacional por parte de agentes cubanos y grupos narcoterroristas extranjeros en todos los ámbitos de la administración pública y militar".
También aseguró que había uniformados "cumpliendo órdenes abusivas y arbitrarias, protegiendo a colectivos (grupos de defensa de la revolución, a veces armados)".
El capitán manifestó su repudio a "la conformación vergonzosa de frentes civiles armados (colectivos) de guerrilla urbana y rural en todo el territorio nacional dispuestos a matar y masacrar en defensa de un grupo político bajo la protección de autoridades legítimas" y la "destrucción sistemática de la identidad militar".
Todo esto unido, indicó entonces, "al secuestro y manipulación descarada del poder electoral y judicial", lo que, señaló, ha generado un "conflicto que poco a poco se va convirtiendo delante de nosotros en una guerra civil".
Hoy, bajo el sobrenombre de "comandante de la operación David Carabobo", se declaró "en rebeldía" contra "la tiranía asesina de Nicolás Maduro", junto a un grupo de unos veinte hombres vestidos de militar y con armas largas, con quienes tomó por asalto el Fuerte Paramacay, en el estado de Carabobo (centro-norte de Venezuela).
En un vídeo, Caguaripano resaltó, como en 2014, que no llamaba a un golpe de Estado, sino a una "acción cívico militar para restablecer el orden constitucional" y para "salvar al país de la destrucción total, para detener los asesinatos" de jóvenes y familiares.
También como hace tres años aseguró estar respaldado por integrantes de las partes de la FANB, "hombres y mujeres valientes amantes de la libertad" unidos "más que nunca con el pueblo de Venezuela".
La sublevación de este domingo fue reducida por otra facción del Ejército y hay un total control de la institución castrense, según la información ofrecida por el dirigente chavista Diosdado Cabello.
Caguaripano prometió en 2014, durante una entrevista con CNN en Español, que había "muchos" militares molestos con el Ejecutivo de Maduro -ocho de cada diez, según sus cálculos- que estaban trabajando en una "salida" y que lo seguirían haciendo "pese a la persecución".
El capitán señaló que, debido a sus posiciones críticas, el Alto Mando de la FANB lo había castigado retrasando su ascenso, designándolo a cargos en "cárceles, fronteras y los sitios más remotos que nadie desea" y que incluso fue acusado en 2008 de conspiración, por lo que estuvo detenido.
Para el chavismo, que gobierna desde 1999, el capitán no es más que un efectivo indisciplinado con planes de insurrección que cuenta con la complicidad de otros militares de alto rango -algunos detenidos y otros prófugos de la Justicia venezolana- y de varios dirigentes opositores como el presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges.
Diosdado Cabello aseguró en 2015 que Caguaripano sí había tenido conexiones con algunos miembros de las distintas partes de la FANB el año antes para sublevarse en una estrategia que tenía "vinculaciones internacionales" para deponer a Maduro.
"No van a vencer (...) Durarán 25 minutos y es mucho", advirtió entonces el poderoso oficialista.
La FANB ha informado rápidamente que el asalto de hoy fue obra de civiles disfrazados de militares y que Caguaripano fue separado de la institución por traición a la patria y rebelión en 2014, cuando "huyó del país y recibió protección en Miami, Estados Unidos".
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