Publica "El Nuevo Herald":
Keila, un ama de casa venezolana que vive en Trujillo (oeste),
resolvió la escasez de harina de maíz precocido en su hogar mediante un
trueque que concretó vía internet y por el que ofreció a cambio una
crema dental, un artículo cuyo precio es inferior al de la harina pero
aún más escaso en el país.
Como Keila, miles de personas se han
afiliado a grupos creados en la red social Facebook para conseguir, por
compra o intercambio, los alimentos y las medicinas que escasean en la
nación petrolera en medio de una severa crisis económica.
Estos
grupos están segmentados por entidad política y hasta por ciudad con el
fin de facilitar y acelerar los encuentros entre quienes participan en
los trueques, operaciones que no se rigen por la relación entre el valor
de venta de un artículo u otro sino por la necesidad del que oferta o
demanda.
Así, Keila pudo cambiar uno de los 4 dentríficos que compró esta
semana a un precio de 22 bolívares cada uno, equivalentes a 0,03
centavos de dólar, por dos paquetes de harina, cuyo valor total es 36
veces más caro que el de su aporte en el intercambio.
La escasez e
intermitencia de medicinas y alimentos, muchos de ellos bajo el control
de precios del Gobierno de Nicolás Maduro, ha hecho que los venezolanos
pasen horas en cola a las afueras de farmacias y supermercados para
cazar productos a bajos precios y que, aunque no los necesiten, puedan
servir para trueques.
Se pudo comprobar que existen decenas de
grupos en Facebook destinados al intercambio de comida, productos de
aseo e higiene personal y medicamentos, y que mientras más grandes sean
las regiones del país donde estos grupos tienen cobertura mayor es el
número de personas suscritas.
Por ejemplo, una de estas comunidades, que se titula “Compras,
Ventas e Intercambios (Caracas exclusivo)”, cuenta con casi 150.000
miembros y supone una plataforma solo para quienes quieran comprar,
vender o intercambiar artículos en la capital del país.
En esta
página se registran cerca de un centenar de anuncios a diario, y al
menos un tercio de ellos pertenece a usuarios que ofertan algún producto
de precio regulado y generalmente escaso en el país a cambio de otro
con las mismas características.
Mientras, Keila completa sus
transacciones a través del grupo “Compra-Venta-Trueques-Valera-Trujillo”
que tiene 12.000 suscriptores, una cifra de algún modo proporcional a
la población de esta entidad que representa apenas un tercio de los casi
dos millones y medio de personas que habitan en Caracas.
Otras comunidades digitales como “Trueques Sin Restricción Maracaibo
(estado Zulia, oeste)” con 50.000 suscriptores o “Cambios y Trueques
Bolívar (sur del país)” con 11.000 miembros registran a diario ofertas
que seducen rápidamente a los ciudadanos que andan en búsqueda de comida
y remedios.
Artículos como teléfonos celulares, zapatos, pañales o
relojes también son sometidos a intercambios en estos grupos y sus
anuncios compiten con el cada vez más popularizado trueque de alimentos y
con la ya tradicional oferta de bienes escasos a un precio muy superior
al establecido por el Gobierno.
En el caso de las medicinas,
estas son canjeadas por otros fármacos, por comida o por casi cualquier
cosa que necesite el que las ofrece, como Johana Bracho, una usuaria de
Facebook que en un grupo de intercambio exhibió varios antídotos en una
fotografía con un mensaje al pie: “Cambio por pañales, leche, o Colgate
(crema dental)”.
En este mercado digital donde la necesidad es decisoria y el dinero
no tiene cabida convergen también quienes publican anuncios en búsqueda
de algún producto escaso sin ofrecer nada a cambio o quien oferta
alimentos y medicinas que ya han sido consumidas en parte y, aunque
parezca inverosímil, surgen interesados.
Mientras que las
estimaciones más conservadoras ubican el índice de escasez alrededor del
30 por ciento, asociaciones de productores, economistas y partidos
políticos que adversan al Gobierno aseguran que oscila entre 50 y 80 por
ciento.
El presidente Maduro insiste en denunciar la puesta en
marcha de una guerra económica, una tesis del chavismo que culpa a
opositores y empresarios por la crisis, el desabastecimiento
generalizado y hasta por la caída de los precios del crudo, la principal
fuente de financiación del país.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article139358333.html?utm_content=buffer8c10d&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer
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