Publica "El Universal":
La caraqueña Andrea Dopico Cafarelli figura en la lista de "Los 30
jóvenes con menos de 30 años en Europa" en la categoría de Artes y en la
lista de "Los 30 inmigrantes más influyentes en Europa".
Emigrar no es una decisión nada sencilla
de tomar. Comenzar de cero en un territorio con una cultura
completamente distinta es todo un reto, por lo que algunos se cohiben
ante una meta como esta. Sin embargo, la venezolana Andrea Dopico
Cafarelli, con tan sólo 25 años demostró que con perseverancia se puede
llegar lejos.
En menos de siete años esta
caraqueña ancló la bandera de su país en Barcelona luego de participar
en la "Chocolate Chef Competition" de la casa chocolatera Valrhona,
resultando ganadora en las semifinales llevadas a cabo en París.
A pesar de no ganar las
finales realizadas en Nueva York, su desempeño bastó para que el jurado
de Forbes la seleccionara para que formara parte de la lista de los "30
jóvenes con menos de 30 años en Europa" en la categoría de Artes. Además, y para sorpresa de Dopico, figuró en la lista de "Los 30 inmigrantes menores de 30 años radicados en Europa".
Cuando me postulé para la competencia de Valrhona nunca pasó por mi mente que iba a ganar las semifinales. Meses después me nominaron para la lista de Forbes y cuando el jurado me seleccionó para la categoría de Artes fue una grata sorpresa porque luego me enteré de que también estaba en la lista de los 30 inmigrantes con menos de 30 años, comenta Dopico.
La venezolana quien desde
los nueve años practicó nado sincronizado y formó parte de la Selección
Nacional, decidió guardar en dos maletas los logros obtenidos durante 10
años e irse a Madrid a estudiar Publicidad y Mercadeo.
"Siempre pensé que la pastelería era un hobby y por eso opté por estudiar una carrera de título universitario", dijo.
Sin embargo, luego de cuatro
años la publicidad no la satisfacía por lo que decidió darle a su vida
un nuevo rumbo al irse a Vancouver a estudiar lo que en pocos años se
convertiría en su profesión y en un motivo para formar parte de la lista
de Forbes: la pastelería.
"Mi familia estaba asustada
con este nuevo paso porque les parecía una decisión arriesgada pasar de
una carrera universitaria a estudiar una profesión que es muy
diferente", enfatiza la chef pastelera.
Su experiencia en el
restaurante "Alto" mientras realizaba prácticas con el chef venezolano
Carlos García quizá fue un trampolín que la llevó a trabajar en el Club
Allard en Madrid, Restaurante con dos estrellas Michelín.
Luego, se trasladó a
Barcelona para trabajar en "Moments", Restaurante con dos estrellas
Michelín donde labora actualmente junto a la chef Carme Ruscalleda,
mujer con más estrellas otorgadas por la guía.
Las frutas venezolanas forman parte de los ingredientes que esta caraqueña añora emplear en sus postres.
El quesillo tiene un lugar especial en mi corazón pero siempre resalto el hecho de que en Venezuela tenemos un producto tan bueno y tan rico que cambiaría cualquier postre de aquí por comerme una fruta de mi país, resaltó la chef.
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