Publica "Público.es":
Recuerdan que hay alternativas más humanas a los centros de internamiento de inmigrantes y que España ha sido condenada por el Tribunal de Estrasburgo por devoluciones sumarias. También afean al Ejecutivo que no haya cumplido con las cuotas de acogida de refugiados
La Iglesia española y Cáritas, a través de sus obispos, ha pedido al Gobierno que se acaben los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y las devoluciones en caliente de migrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos. Así lo ha solicitado el obispo de Astorga y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Menéndez Fernández, durante la presentación este lunes de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2018, que tendrá lugar el próximo día 14. Durante esta presentación de estas jornada, que llevarán por título "Acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados", Menéndez también ha criticado que el Gobierno no haya cumplido con las cuotas de acogida de refugiados impuesta por Bruselas.
"Hay que buscar alternativas a los CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) y CIE, hay posibilidades que serían mucho mejores, sobre todo, cuando se mezclan menores, familias, mayores y personas que puedan estar en situaciones delictivas. No es bueno para los migrantes ni tampoco para nuestro país", ha advertido Menéndez Fernández "La devolución sumarísima de inmigrantes sin un juicio no se debe producir "
Asimismo, los obispos exigen que paren las devoluciones inmediatas a Marruecos de los inmigrantes interceptados en el salto a la valla y que se tenga "mucho cuidado en la Frontera Sur para no lesionar los derechos fundamentales de los migrantes, especialmente de los menores". "La devolución sumarísima sin un juicio no se debe producir y en este sentido nuestro país ha sido condenado por el Tribunal Europeo de DDHH", ha recordado el obispo.
En esta línea, la nueva secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, ha indicado que desde la red intereclesial Migrantes por Derechos —integrada por Cáritas Española, CONFER, Justicia y Paz, el Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones y el Sector Social de la Compañía de Jesús— están incidiendo en "el cese de las expulsiones sumarias en Ceuta y Melilla".
En concreto, ha indicado que están trabajando, junto a otras organizaciones de la sociedad civil y en conversaciones con el Gobierno, en el proceso de petición de reforma de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, para que sea eliminada la disposición adicional que permite el rechazo de los migrantes que sean detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta o Melilla mientras intentan superar los elementos de contención fronterizos.
Piden "corredores humanitarios" para refugiados
Por otro lado, el obispo Juan Antonio Menéndez ha criticado que el Gobierno español no cumpliera el pasado año con el cupo de acogida de refugiados al que se había comprometido. El plazo finalizó el 26 de septiembre de 2017 y en esa fecha España había acogido a algo más de una décima parte de los 17.337 previstos, a pesar de que, según ha recordado el prelado, la Iglesia se ha ofrecido "siempre" a colaborar subsidiariamente con las organizaciones a las que el Gobierno encomendó estos procesos.
Así, ha recordado la "vieja aspiración" de la Conferencia Episcopal Española de poner en marcha en España los corredores humanitarios para refugiados en situación de vulnerabilidad, unos pasillos que ya funcionan en Italia y Francia y que han sido desarrollados con el impulso de la Comunidad de Sant'Egidio. En España, tienen todo preparado a falta del sí del Gobierno. "Hasta el momento no hemos tenido éxito pero seguiremos insistiendo", ha asegurado.
En todo caso, los obispos han valorado positivamente el "distanciamiento" de España de los "brotes de xenofobia" que han surgido en otros países del centro de Europa y lo ha achacado a la experiencia migratoria de los españoles en Europa de épocas pasadas. "Hemos aprendido que el forastero es un hermano, no un competidor", ha precisado.
Así, ha recordado la "vieja aspiración" de la Conferencia Episcopal Española de poner en marcha en España los corredores humanitarios para refugiados en situación de vulnerabilidad, unos pasillos que ya funcionan en Italia y Francia y que han sido desarrollados con el impulso de la Comunidad de Sant'Egidio. En España, tienen todo preparado a falta del sí del Gobierno. "Hasta el momento no hemos tenido éxito pero seguiremos insistiendo", ha asegurado.
En todo caso, los obispos han valorado positivamente el "distanciamiento" de España de los "brotes de xenofobia" que han surgido en otros países del centro de Europa y lo ha achacado a la experiencia migratoria de los españoles en Europa de épocas pasadas. "Hemos aprendido que el forastero es un hermano, no un competidor", ha precisado.
"Fracaso de las políticas" de control migratorio
La secretaria general de Cáritas ha destacado que, desde las organizaciones de la Iglesia se posicionan "siempre y sin titubeos" al lado de los migrantes y refugiados "testigos de muerte y de dolor en escenarios como Tarifa, el Tarajal, las vallas, Siria o las aguas del Mediterráneo". "Esta no es la solución, es un escándalo que que provoca muerte"
Además, ha insistido en que "no se trata tanto de una crisis humanitaria" sino del "fracaso de las políticas migratorias orientadas exclusivamente al control flujos y al control policial".
"Esta no es la solución. Además es un escándalo que afecta a la dignidad de las personas, que provoca muerte. Urge activar en Europa una mirada a largo plazo para mirar, sobre todo, las causas de las migraciones forzadas y transformar este reto en una oportunidad para el desarrollo de los pueblos", ha subrayado Peiro.
En lo que va de año 2018, más de un centenar de migrantes han llegado en patera a las costas andaluzas, una muestra más, según ha precisado el obispo Juan Antonio Menéndez, de que la migración forzada, como el arroyo al que ponen freno, "busca otras salidas para llegar a su destino".
"Lo que estamos viendo en el Mediterráneo de pateras y dramas humanos que en muchos casos conllevan la muerte, son un ejemplo de que se pongan las fronteras que se pongan, estas 250 millones de personas acosadas por la violencia, la guerra, el terrorismo, las penurias económicas o las catástrofes, buscan salida", ha añadido.
Además, ha insistido en que "no se trata tanto de una crisis humanitaria" sino del "fracaso de las políticas migratorias orientadas exclusivamente al control flujos y al control policial".
"Esta no es la solución. Además es un escándalo que afecta a la dignidad de las personas, que provoca muerte. Urge activar en Europa una mirada a largo plazo para mirar, sobre todo, las causas de las migraciones forzadas y transformar este reto en una oportunidad para el desarrollo de los pueblos", ha subrayado Peiro.
En lo que va de año 2018, más de un centenar de migrantes han llegado en patera a las costas andaluzas, una muestra más, según ha precisado el obispo Juan Antonio Menéndez, de que la migración forzada, como el arroyo al que ponen freno, "busca otras salidas para llegar a su destino".
"Lo que estamos viendo en el Mediterráneo de pateras y dramas humanos que en muchos casos conllevan la muerte, son un ejemplo de que se pongan las fronteras que se pongan, estas 250 millones de personas acosadas por la violencia, la guerra, el terrorismo, las penurias económicas o las catástrofes, buscan salida", ha añadido.
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