Publica "Infobae":
La cifra, irrisoria para el gobierno de un país petrolero, marca la profundidad de la crisis. El sistema que permite comprar la moneda estadounidense a un precio controlado por el Estado no pudo cumplir con las asignaciones de agosto. No se han realizado nuevos procesos y se complica la capacidad de las empresas privadas para importar bienes
El Comité de Subastas del sistema de divisas de Venezuela, que otorga dólares estadounidenses a una tasa de cambio controlada, conocido como Dicom, anuló el último proceso, del pasado 31 de agosto, debido a la imposibilidad de liquidar a las personas que fueron adjudicadas. Ahogado por la crisis económica y los compromisos de deuda, el chavismo no repartió los 22 millones de dólares que habían sido adjudicados e iban a servir, en su mayoría, para la importación de bienes.
"Este Comité de Subasta de Divisas informa que ha decidido anular la subasta N° CS-SO-015-17 en lo que respecta a las adjudicaciones realizadas a favor de las personas naturales y jurídicas; así como lo concerniente a la oferta de divisas", dijo Pedro Maldonado, presidente de esta entidad a través de un comunicado.
El Estado venezolano tiene el monopolio en la venta de divisas, que otorga a empresas y personas naturales a una tasa fijada al margen del mercado libre. La patronal venezolana Fedecámaras advirtió en repetidas ocasiones acerca de que el régimen llevaba desde agosto sin adjudicar dólares a empresas privadas.
Según numerosos expertos, el chavismo ha sacrificado las asignaciones de divisas al sector privado para destinar el dinero a pagar la deuda externa, un compromiso capital para que el Estado pueda seguir financiándose. Aun así, ha presentado dificultades para afrontar sus compromisos internacionales y fue declarada en default parcial.
Según un comunicado de principios de septiembre, el último concurso (decimoquinto del sistema) adjudicó un total de 22,73 millones de dólares, de los cuales, el 80% fueron asignados a las personas jurídicas, que planeaban importar materia prima (57,01%), de insumos y repuestos (23,19%) y de productos terminados (10,94%).
Nicolás Maduro ordenó a principios de este mes la creación de una comisión para tratar con los tenedores de bonos una posible reestructuración o refinanciación de la deuda externa, que le permita seguir honrando sus compromisos financieros.
El chavismo gobernante achaca la interrupción en la asignación de divisas al "ilegal bloqueo" económico impuesto por la Casa Blanca a Venezuela. Esto, según el comité del Dicom, "genera, entre otras consecuencias, la imposibilidad de liquidar a favor de las personas naturales y jurídicas que resultaron adjudicadas" en la mencionada subasta, pese a los "esfuerzos" que se han realizado.
Venezuela se rige por un estricto control cambiario desde hace más de una década, en el que el Estado tiene el monopolio de la administración de divisas a través de un engorroso sistema administrativo.
Además, el país alcanzó el mes pasado índices de hiperinflación (una inflación de más del 50%) que se suman a la severa escasez que sufre de algunos alimentos, medicamentos y productos básicos.
El Estado venezolano tiene el monopolio en la venta de divisas, que otorga a empresas y personas naturales a una tasa fijada al margen del mercado libre. La patronal venezolana Fedecámaras advirtió en repetidas ocasiones acerca de que el régimen llevaba desde agosto sin adjudicar dólares a empresas privadas.
Según numerosos expertos, el chavismo ha sacrificado las asignaciones de divisas al sector privado para destinar el dinero a pagar la deuda externa, un compromiso capital para que el Estado pueda seguir financiándose. Aun así, ha presentado dificultades para afrontar sus compromisos internacionales y fue declarada en default parcial.
Según un comunicado de principios de septiembre, el último concurso (decimoquinto del sistema) adjudicó un total de 22,73 millones de dólares, de los cuales, el 80% fueron asignados a las personas jurídicas, que planeaban importar materia prima (57,01%), de insumos y repuestos (23,19%) y de productos terminados (10,94%).
Nicolás Maduro ordenó a principios de este mes la creación de una comisión para tratar con los tenedores de bonos una posible reestructuración o refinanciación de la deuda externa, que le permita seguir honrando sus compromisos financieros.
El chavismo gobernante achaca la interrupción en la asignación de divisas al "ilegal bloqueo" económico impuesto por la Casa Blanca a Venezuela. Esto, según el comité del Dicom, "genera, entre otras consecuencias, la imposibilidad de liquidar a favor de las personas naturales y jurídicas que resultaron adjudicadas" en la mencionada subasta, pese a los "esfuerzos" que se han realizado.
Venezuela se rige por un estricto control cambiario desde hace más de una década, en el que el Estado tiene el monopolio de la administración de divisas a través de un engorroso sistema administrativo.
Además, el país alcanzó el mes pasado índices de hiperinflación (una inflación de más del 50%) que se suman a la severa escasez que sufre de algunos alimentos, medicamentos y productos básicos.
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