Publica "El Mundo":
Las elecciones en Venezuela se encuentran en la unidad de cuidados intensivos y con un pronóstico tan reservado que la oposición está convencida de que el chavismo trama un "esquema nicaragüense" para dinamitar futuros comicios, si finalmente los hubiera.
"Ellos
(la revolución) van a intentar hacer elecciones en las que se puede
votar, pero no se pueda elegir, elecciones sin los partidos de la
oposición", vaticinó Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD. Un escenario que se compara con la Nicaragua de Daniel Ortega,
reelegido el año pasado gracias a que prohibió participar en las
presidenciales al principal partido de la oposición e impuso candidatos
marionetas del sandinismo.
No se trata ni mucho menos de un temor
infundado o de una predicción para beneficiarse en la diatriba política
en medio del mar de la confusión venezolana. Las elecciones regionales para gobernador permanecen congeladas en un Triángulo de las Bermudas político,
pese a que debieron celebrarse en diciembre del año pasado. Todos los
gobernadores ya han cumplido sus mandatos: 20 oficialistas (la mitad,
militares) y tres opositores. Todas las encuestas adelantan que, de
celebrarse, la Unidad Democrática tendría grandes opciones de darle la
vuelta a los resultados gracias a una histórica derrota del chavismo.
"No hay posibilidad de que las regionales sean en el primer semestre.
En el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE) no se ha
discutido el cronograma electoral", aireó Vicente Bello, coordinador
electoral de la MUD, quien anticipa que estas elecciones ya son
imposibles de realizar en junio, tal y como prometió Tibisay Lucena,
principal rectora del CNE.
Mitigar la derrota
"La deriva autoritaria va camino de convertir a Venezuela en un régimen dictatorial. Estamos recibiendo señales muy fuertes,
incluida la posibilidad de que se cancelen las elecciones", denuncia el
politólogo Luis Salamanca, quien sostiene que Maduro y sus asesores
calculan los beneficios de convocar de forma conjunta las elecciones
regionales y las municipales a final de año (con 12 meses de retraso),
para mitigar la derrota ante el reparto de miles de cargos.
¿Por qué no se han celebrado cuando la Constitución así lo dicta? El chavismo adujo el año pasado, en boca de sus voceros, varias explicaciones que van desde lo pintoresco a lo "vulgar",
según Luis Vicente León, presidente de Datanálisis: la falta de tiempo
por culpa del proceso revocatorio, la crisis económica, la ausencia de
presupuesto, que al pueblo "no le interesaba" y, por último, el "mal"
comportamiento de la oposición.
La suspensión sine die del proceso revocatorio
sí necesitó un argumento tan "legal" como inverosímil: el supuesto
fraude en la recogida de firmas organizada por la oposición, pese a que
las rúbricas señaladas no fueron contabilizadas. Algo así como anular
unas elecciones porque existen votos nulos.
"Alertamos al país y al mundo entero a estar muy atentos,
sabemos de buena fuente que el gobierno ha explorado el fin de semana
la posibilidad de que la MUD sea ilegalizada para evitar que nos midamos
en la contienda electoral", advirtió ayer Tomás Guanipa, líder de Primero Justicia en la capital.
Los tres caminos del chavismo
El
chavismo se ha trazado tres caminos diferentes en su hoja de ruta a la
nicaragüense, según analistas y opositores consultados por EL MUNDO. La primera vía utiliza el mismo "fraude"
del revocatorio para ilegalizar a la Unidad Democrática, como exigió
Diosdado Cabello, líder del ala militar, la semana pasada.
"Podemos ir a elecciones mañana mismo, pero igual ustedes no pueden ir porque ni siquiera tienen un partido. La MUD, a pesar de estar registrada, le hizo un fraude al país y eso los deja automáticamente fuera", adelantó Cabello.
La segunda vía "antielectoral" actuaría contra los partidos que componen la alianza antichavista,
que por orden del Tribunal Supremo deben superar un extraño proceso de
renovación ante el CNE con condiciones tan "leoninas" que hasta el
Partido Comunista de Venezuela, aliado del chavismo, se ha negado a
cumplirlas.
Por último, sobre los principales líderes de la oposición pende la inhabilitación. A la ya conocida contra Leopoldo López se ha unido las últimas semanas la investigación iniciada por la Contraloría contra el gobernador Henrique Capriles.
"Burlar
las elecciones, usar excusas para evadirlas, demorarlas, cancelarlas o
utilizar mecanismos que invaliden a los adversarios políticos para producir elecciones parapeto es la expresión máxima y típica de las autocracias", considera León.
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