Publica "Diario de Noticias" de Navarra:
Las autoridades estadounidenses han deportado a un total de 439
salvadoreños en la primera semana desde que tomó posesión Donald Trump
como presidente de Estados Unidos. Han sido cinco vuelos federales los
que han llegado a El Salvador.
Muchas de las personas obligadas a tomar estos aviones están
decididas a volver a intentar entrar en Estados Unidos, pero otras temen
un endurecimiento de las medidas contra los inmigrantes.
La cifra es similar al promedio semanal de 2016, cuando fueron
deportadas un total de 21,340 personas vía aérea, casi un 10 por ciento
más que el año previo, según cifras oficiales de migración del país
centroamericano.
José Soto llegó el viernes a El Salvador en un vuelo con otros
110 deportados de Estados Unidos pero piensa volver de inmediato para
reunirse con su familia, sin que le importen el muro fronterizo o la
mano dura contra la inmigración que promete Trump.
Soto, un técnico de aire acondicionado de 33 años, ha relatado a
Reuters que es la segunda vez que lo expulsan de Estados Unidos, país al
que llegó siendo un niño cuando se fue con sus padres dejando atrás el
departamento de Morazán, en el noreste de El Salvador.
El muro "no nos va a parar de seguir tratando de pasar la
frontera. Mientras tenga vida y fuerza lo voy a seguir intentando hasta
que entre otra vez", ha argumentado Soto, quien ya no tiene familia en
El Salvador y teme ser víctima de las pandillas por sus tatuajes.
El expresidente Barack Obama alcanzó un récord de deportaciones
en sus dos mandatos consecutivos (2009-2016) con la expulsión de casi
tres millones de indocumentados del país, lo que le valió el apodo de
"el Deportador en Jefe". Pero ahora muchos temen que la nueva
administración de Trump endurezca aún más las condiciones para los
irregulares, tras firmar esta semana decretos para ampliar el muro de la
frontera y presionar a las llamadas "ciudades santuario" que no
permiten redadas contra los inmigrantes.
EMIGRAR A PESAR DEL MURO Actualmente, Estados Unidos
deporta en varios vuelos semanales a cientos de centroamericanos como
Soto que huyen de la violencia y la pobreza tras ser detenidos por
agentes de inmigración.
"Donald Trump va a hacer su muro, pero igual es inevitable la
inmigración. Toda la vida va a emigrar gente, es un país de
inmigrantes", ha apuntado Milton Campos, un conductor de 28 años que
emigró hace seis años a Estados Unidos por las amenazas de las maras.
Se estima que en Estados Unidos residen y trabajan unos 2,8
millones de salvadoreños que se han convertido en un pilar de la
economía de sus familias y de la nación. Los envíos de sus remesas
marcaron un récord en el 2016: casi 4,576 millones de dólares, un 17 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país centroamericano.
Sin embargo, no todos están convencidos de embarcarse de nuevo en
la travesía al norte, ahora que Trump ostenta la presidencia. Germán
Cuéllar, de 27 años, fue capturado por agentes migratorios
estadounidenses tras cruzar el río Bravo y asegura que la mala
experiencia en los centros de detención lo convenció de no querer
regresar a Estados Unidos ilegalmente.
"Lo pensaría dos veces para irme. No está fácil cruzar al otro
lado, más con las leyes que ha puesto el nuevo presidente, se va a poner
más difícil", ha advertido Cuéllar, quien intentará retomar su empleo
como agente de seguridad en uno de los países con más homicidios en el
mundo.
http://www.noticiasdenavarra.com/2017/01/28/mundo/eeuu-deporta-a-439-salvadorenos-en-la-primera-semana-de-la-administracion-trump
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