Publica "El País":
Los noctámbulos, aquellos que no pudieran conciliar el sueño o bien
no les importase trasnochar para ver tenis del bueno, el que tiene lugar
estos días en Melbourne, pudieron disfrutar del triunfo de Roger
Federer ante Noah Rubin (7-5, 6-3 y 7-6). No le hizo falta al suizo
desplegar su mejor juego, pero se le volvió a ver un poco oxidado. “Sé que tengo que subir mi nivel”,
expresó el de Basilea, quien protagonizará un atractivo pulso en la
tercera ronda con Tomas Berdych (6-3, 7-6 y 6-2 a Ryan Harrison), otro
clásico del top-10 que tampoco atraviesa por sus mejores días. A
esas mismas horas, Carla Suárez caía ante Sorana Cirstea (7-6 y 6-3), y
entrada ya la mañana, inicio de la noche en Melbourne, los que
amanecieron vieron mientras apuraban el café y las tostadas cómo
avanzaba a la tercera ronda Garbiñe Muguruza, tras imponerse a Samantha Crawford por 7-5 y 6-4, en 1h 34m.
A sus 23 años, Muguruza ya se ha curtido en 17 grandes, mientras que la estadounidense (ganadora del US Open júnior, en 2012) apenas está dando sus primeros pasos en la élite del tenis femenino. Y, obviamente, el modo de afrontar los instantes de tensión de una y otra marcó la diferencia. Muguruza tuvo que emplearse a fondo, pero los resolvió bien, mientras que Crawford se inclinó definitivamente en el segundo parcial, en cuanto concedió la primera bola de break a su rival al cometer una doble falta. Ahí sí, la chica cedió, porque previamente ofreció un buen recital de derechazos, 23 ganadores, made in Garbiñe en realidad, y el asunto había estado igualadísimo. Sin embargo, también pagó su osadía, el factor riesgo: 35 errores no forzados, por solo 15 de Muguruza.
Esta, ya la única superviviente española en el torneo de Melbourne, arrancó con un parcial de 3-0, pero de inmediato se encontró con que le devolvían la bofetada, y con un plus. 3-4 en contra. Después lo enmendó y se llevó el set. Y en el segundo, está contado ya, en el punto crítico de la manga no titubeó. “Vamos bien”, manifestó entre bambalinas, después de retirarse de la pista. “Físicamente todavía no estoy al cien por cien. Además ella es joven y atrevida, así que he tenido que estar muy concentrada”, destacó la de Caracas, que volvió a jugar con un vendaje en la zona posterior del muslo derecho, debido a sus problemas en el aductor. No obstante, esta vez no requirió de asistencia médica, como el primer día, y se le vio desplazarse relativamente bien, aunque sin forzar.
Ahora, por delante, Sevastova, la 33 del mundo. Una adversaria de la que no tiene buen recuerdo. Entre ellas solo dos enfrentamientos: en la última edición del US Open (para la letona) y en Tokio (para Garbiñe). El terreno comienza a inclinarse. Pero, de momento, lo dice Garbiñe: “Hay que pensar en positivo”.
Os ponemos el enlace a la noticia completa:
http://deportes.elpais.com/deportes/2017/01/18/actualidad/1484700447_069640.html
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