jueves, 19 de enero de 2017

Muguruza vence a un clon


Publica "El País":

Los noctámbulos, aquellos que no pudieran conciliar el sueño o bien no les importase trasnochar para ver tenis del bueno, el que tiene lugar estos días en Melbourne, pudieron disfrutar del triunfo de Roger Federer ante Noah Rubin (7-5, 6-3 y 7-6). No le hizo falta al suizo desplegar su mejor juego, pero se le volvió a ver un poco oxidado. “Sé que tengo que subir mi nivel”, expresó el de Basilea, quien protagonizará un atractivo pulso en la tercera ronda con Tomas Berdych (6-3, 7-6 y 6-2 a Ryan Harrison), otro clásico del top-10 que tampoco atraviesa por sus mejores días. A esas mismas horas, Carla Suárez caía ante Sorana Cirstea (7-6 y 6-3), y entrada ya la mañana, inicio de la noche en Melbourne, los que amanecieron vieron mientras apuraban el café y las tostadas cómo avanzaba a la tercera ronda Garbiñe Muguruza, tras imponerse a Samantha Crawford por 7-5 y 6-4, en 1h 34m.



A la hispano-venezolana le aguarda ahora una cita con Anastija Sevastova (6-3 y 6-4 a Kristina Kucova). Pero antes, en la matinal de este miércoles, despachó a una jugadora que le incomodó y le exigió, porque en el fondo le replicó con el mismo método de golpe y castigo que ella suele emplear en la pista. Crawford, otra de esas perlas de la escuela norteamericana (Madison Keys, Shelby Rogers, Coco Wandeweghe, Christina McHale, Alison Riske, Lauren Davis…), parecía un clon de Muguruza: 21 añitos, tez tostada, zancuda; incluso más alta (1,88) que la de Caracas (1,82). Derecha poderosa, descaro. Hasta en la visera coincidían. Vaya, que de no ser por la forma en la que se resolvió el partido se podía perfectamente haber confundido a la una con la otra. Pero no, de eso nada.

A sus 23 años, Muguruza ya se ha curtido en 17 grandes, mientras que la estadounidense (ganadora del US Open júnior, en 2012) apenas está dando sus primeros pasos en la élite del tenis femenino. Y, obviamente, el modo de afrontar los instantes de tensión de una y otra marcó la diferencia. Muguruza tuvo que emplearse a fondo, pero los resolvió bien, mientras que Crawford se inclinó definitivamente en el segundo parcial, en cuanto concedió la primera bola de break a su rival al cometer una doble falta. Ahí sí, la chica cedió, porque previamente ofreció un buen recital de derechazos, 23 ganadores, made in Garbiñe en realidad, y el asunto había estado igualadísimo. Sin embargo, también pagó su osadía, el factor riesgo: 35 errores no forzados, por solo 15 de Muguruza.

Esta, ya la única superviviente española en el torneo de Melbourne, arrancó con un parcial de 3-0, pero de inmediato se encontró con que le devolvían la bofetada, y con un plus. 3-4 en contra. Después lo enmendó y se llevó el set. Y en el segundo, está contado ya, en el punto crítico de la manga no titubeó. “Vamos bien”, manifestó entre bambalinas, después de retirarse de la pista. “Físicamente todavía no estoy al cien por cien. Además ella es joven y atrevida, así que he tenido que estar muy concentrada”, destacó la de Caracas, que volvió a jugar con un vendaje en la zona posterior del muslo derecho, debido a sus problemas en el aductor. No obstante, esta vez no requirió de asistencia médica, como el primer día, y se le vio desplazarse relativamente bien, aunque sin forzar.

Ahora, por delante, Sevastova, la 33 del mundo. Una adversaria de la que no tiene buen recuerdo. Entre ellas solo dos enfrentamientos: en la última edición del US Open (para la letona) y en Tokio (para Garbiñe). El terreno comienza a inclinarse. Pero, de momento, lo dice Garbiñe: “Hay que pensar en positivo”.

Os ponemos el enlace a la noticia completa:

http://deportes.elpais.com/deportes/2017/01/18/actualidad/1484700447_069640.html

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