Publica "El Mundo":
La represión contra las protestas antigubernamentales en Venezuela -este miércoles ha fallecido un adolescente- ha disparado a 294 el número de personas privadas de libertad en sólo 40 días. Todas ellas enviadas a prisión y en espera de juicio, según la ONG Foro Penal Venezolano. Una cifra que casi triplica el número de presos políticos del chavismo antes de que comenzase la rebelión de abril, que era de 117.
El Foro Penal considera a todos ellos prisioneros políticos, en total 411, aunque otras organizaciones de derechos humanos estiman que no se pueden considerar como tal hasta que no sufran sentencia firme. Ello sucede cuando el conflicto venezolano vive su peor momento, con graves enfrentamientos en Táchira, estado fronterizo con Colombia, donde dos menores y un joven fueron asesinados esta semana durante los enfrentamientos con efectivos policiales.
El general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y "hombre fuerte" del país, anunció este miércoles el envío a esa zona de 2.000 guardias nacionales y 600 tropas especiales al elevar a segunda fase el Plan Zamora. En Táchira cientos de jóvenes se enfrentan a policías, militares y colectivos revolucionarios, paramilitares que protagonizan tiroteos y saqueos de establecimientos.
Hasta el martes, los tribunales militares iban a la cabeza en la represión judicial, pese a su inconstitucionalidad y el clamor internacional suscitado. De momento, los jueces militares han dictado 159 privativas de libertad. A esta cifra hay que añadir además los 135 detenidos, que han sido trasladados a distintas penitenciarias a través de los tribunales civiles: 68 en abril y 67 en lo que va de mayo, según los datos de Foro Penal.
"Los detienen por protestar y manifestarse, por oponerse al poder, con abuso de fuerza, incluso maltrato. Y luego los mantienen incomunicados, sus abogados solo les pueden ver unos minutos durante las audiencias", asegura Gonzalo Himiob, director del Foro Penal.
Miles de opositores se reunieron con velas y linternas en dos puntos del este y oeste de Caracas, en medio de la noche, para honrar a los 43 muertos por las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
"El objetivo de esta noche es que la luz venza a la oscuridad", arengó a los manifestantes un sacerdote, quien realizó varias oraciones y le pidió a "las bases" de la Guardia Nacional detener la represión.
"Nos vamos a mantener en la calle luchando como tengamos que luchar hasta cambiar el gobierno. Si quieren honrar a quienes murieron, tenemos que seguir en las calles. Esto apenas comienza", resumió desde un camión que hacía de tarima el diputado Carlos Paparoni. "La dictadura está cediendo", aseguró por su parte Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.
El Foro Penal considera a todos ellos prisioneros políticos, en total 411, aunque otras organizaciones de derechos humanos estiman que no se pueden considerar como tal hasta que no sufran sentencia firme. Ello sucede cuando el conflicto venezolano vive su peor momento, con graves enfrentamientos en Táchira, estado fronterizo con Colombia, donde dos menores y un joven fueron asesinados esta semana durante los enfrentamientos con efectivos policiales.
El general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y "hombre fuerte" del país, anunció este miércoles el envío a esa zona de 2.000 guardias nacionales y 600 tropas especiales al elevar a segunda fase el Plan Zamora. En Táchira cientos de jóvenes se enfrentan a policías, militares y colectivos revolucionarios, paramilitares que protagonizan tiroteos y saqueos de establecimientos.
Hasta el martes, los tribunales militares iban a la cabeza en la represión judicial, pese a su inconstitucionalidad y el clamor internacional suscitado. De momento, los jueces militares han dictado 159 privativas de libertad. A esta cifra hay que añadir además los 135 detenidos, que han sido trasladados a distintas penitenciarias a través de los tribunales civiles: 68 en abril y 67 en lo que va de mayo, según los datos de Foro Penal.
"Los detienen por protestar y manifestarse, por oponerse al poder, con abuso de fuerza, incluso maltrato. Y luego los mantienen incomunicados, sus abogados solo les pueden ver unos minutos durante las audiencias", asegura Gonzalo Himiob, director del Foro Penal.
Miles de opositores se reunieron con velas y linternas en dos puntos del este y oeste de Caracas, en medio de la noche, para honrar a los 43 muertos por las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
"El objetivo de esta noche es que la luz venza a la oscuridad", arengó a los manifestantes un sacerdote, quien realizó varias oraciones y le pidió a "las bases" de la Guardia Nacional detener la represión.
"Nos vamos a mantener en la calle luchando como tengamos que luchar hasta cambiar el gobierno. Si quieren honrar a quienes murieron, tenemos que seguir en las calles. Esto apenas comienza", resumió desde un camión que hacía de tarima el diputado Carlos Paparoni. "La dictadura está cediendo", aseguró por su parte Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.
Niveles mayores de 2014
Un patrón similar pero multiplicado: en las protestas de 2014 fueron detenidas en todo el año 3.400 personas mientras que en 40 días ya van más de 2.300, a 50 por día, según los datos de Pro Iure.
Pero además, y lo que es aún peor, "una vez detenidos hemos detectado casos donde les obligan a comer excrementos, les echan el polvo de las granadas lacrimógenas, incluso les golpean con bates y varas metálicas", denuncia Himiob.
Pese a que ya existían casos previos, como el encarcelamiento del diputado Gilber Caro, la gran novedad, por su masificación, es el uso de la justicia militar para procesar civiles. De momento son 275 los procesados por esta vía, "incluso con tribunales dentro de los cuarteles, en los que están presentes militares armados con fusiles", desvela Himiob.
El diputado regional Wilmer Azuaje permanece detenido pese a las protestas de sus correligionarios políticos. Procedente de las filas del chavismo, Azuaje denunció varios casos de corrupción de la familia Chávez en Barinas, cuna de la revolución.
Julio César Rivas, diputado regional de Proyecto Venezuela, también está entre rejas, al igual que el dirigente juvenil Nixon Leal, acusado de traición a la patria. "Tiene parte del rostro desfigurado por los golpes", denunció su hermano, Editson Leal. Este caso es aún más sangrante, ya que Leal fue liberado a finales de diciembre tras permanecer dos años en el Helicoide, cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Sergio Contreras, director de redes sociales de un diario opositor, fue trasladado hace tres días a la prisión militar de Ramo Verde, la misma de Leopoldo López. Le acusan de traición a la patria, rebelión y sustracción de elementos militares, pese a que existen vídeos en los que se observa cómo fue detenido mientras hablaba por un megáfono en una protesta.
A Lisbeth Añez le acusan de los mismos delitos, que le pueden acarrear hasta 30 años de prisión. Conocida como 'Mama Lis', fue detenida en el aeropuerto de Caracas. Durante tres años se convirtió en el ángel de los presos políticos más jóvenes, a los que visitaba en prisión y conseguía alimentos en medio del desabastecimiento.
Un patrón similar pero multiplicado: en las protestas de 2014 fueron detenidas en todo el año 3.400 personas mientras que en 40 días ya van más de 2.300, a 50 por día, según los datos de Pro Iure.
Pero además, y lo que es aún peor, "una vez detenidos hemos detectado casos donde les obligan a comer excrementos, les echan el polvo de las granadas lacrimógenas, incluso les golpean con bates y varas metálicas", denuncia Himiob.
Pese a que ya existían casos previos, como el encarcelamiento del diputado Gilber Caro, la gran novedad, por su masificación, es el uso de la justicia militar para procesar civiles. De momento son 275 los procesados por esta vía, "incluso con tribunales dentro de los cuarteles, en los que están presentes militares armados con fusiles", desvela Himiob.
El diputado regional Wilmer Azuaje permanece detenido pese a las protestas de sus correligionarios políticos. Procedente de las filas del chavismo, Azuaje denunció varios casos de corrupción de la familia Chávez en Barinas, cuna de la revolución.
Julio César Rivas, diputado regional de Proyecto Venezuela, también está entre rejas, al igual que el dirigente juvenil Nixon Leal, acusado de traición a la patria. "Tiene parte del rostro desfigurado por los golpes", denunció su hermano, Editson Leal. Este caso es aún más sangrante, ya que Leal fue liberado a finales de diciembre tras permanecer dos años en el Helicoide, cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Sergio Contreras, director de redes sociales de un diario opositor, fue trasladado hace tres días a la prisión militar de Ramo Verde, la misma de Leopoldo López. Le acusan de traición a la patria, rebelión y sustracción de elementos militares, pese a que existen vídeos en los que se observa cómo fue detenido mientras hablaba por un megáfono en una protesta.
A Lisbeth Añez le acusan de los mismos delitos, que le pueden acarrear hasta 30 años de prisión. Conocida como 'Mama Lis', fue detenida en el aeropuerto de Caracas. Durante tres años se convirtió en el ángel de los presos políticos más jóvenes, a los que visitaba en prisión y conseguía alimentos en medio del desabastecimiento.
Os ponemos el enlace a la noticia:
http://www.elmundo.es/internacional/2017/05/17/591c9909ca474159748b4576.html
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