La violencia ha marcado el inicio de la octava semana de manifestaciones en Venezuela donde este lunes se registraron hechos que dejaron al menos tres muertos, tres heridos de bala, más de veinte detenidos y varios inmuebles quemados en actos vandálicos.
El Ministerio Público (MP, Fiscalía) ha informado a través de su cuenta de Twitter que investigará las muertes de Yorman Alí Bervecia Cabeza (19 años), Adonis Pérez (22) y Alfredo Carrizales, todas registradas en medio de protestas en el estado Barinas, en el oeste del país, el estado natal del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
Las autoridades han señalado que, según las informaciones preliminares, Bervecia Cabeza se encontraba en una manifestación "cuando recibió un disparo". Sobre los otros dos casos el MP no ha ofrecido más detalles.
El parlamentario opositor del MP, Freddy Superlano, ha señalado que al menos 15 manifestaciones opositoras tuvieron lugar en el estado de Barinas este lunes, y que se tornaron violentas cuando fueron dispersadas por los cuerpos de seguridad del Estado.
Además, Superlano informó a través de cuenta de Twitter que un joven llamado Jhon Alberto Quintero falleció al recibir un tiro en la localidad de Guanapa tras la "represión brutal" de los cuerpos de seguridad, una información que ha sido reiterada por varios dirigentes del antichavismo.
Varios dirigentes de la oposición, pertenecientes a al Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como el gobernador y excandidato presidencial Henrique Capriles han reportado la muerte del joven Jhon Alberto Quintero, también en un escenario de protesta en el estado Barinas, pero este suceso no ha sido confirmado por la Fiscalía. En el estado de Barinas también fueron quemadas la sede regional del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Disturbios en Caracas
Entretanto, cientos de opositores marcharon en Caracas junto a médicos, pacientes y trabajadores de la salud para protestar por la escasez de medios que registra la nación caribeña, así como por el deterioro de los hospitales públicos y para pedir la apertura de un canal humanitario. Esta movilización fue dispersada con gases lacrimógenos por efectivos de la fuerza pública, lo que degeneró en algunos enfrentamientos entre manifestantes y uniformados que terminó con varios afectados, ninguno de gravedad.
Los médicos y trabajadores del sector salud afines al chavismo recorrieron las calles del centro de Caracas en respaldo a la Asamblea Constituyente convocada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la que consideran una "garantía de salud".
El ministro de Salud, Luis López, que encabezaba la movilización, dijo al canal estatal VTV que la Asamblea Nacional Constituyente va a fortalecer el sistema de salud, que, aseguró, ha sido "blindado" por el jefe de Estado. Sesenta personas han perdido la vida desde comienzos de abril El ministro de Información, Ernesto Villegas, ha informado este lunes que 60 personas han perdido la vida producto de la violencia que se registra en el país desde el pasado 1 de abril.
"Determinamos la existencia de 60 casos de violencia que están asociados a estas convocatorias. Discrepan estos número de otras cifras porque no incluyen por ejemplo las víctimas chavistas de sicariato", dijo Villegas en una rueda de prensa junto a la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez.
De las más de 1.600 manifestaciones, alrededor de 600 han sido violentas, según la Guardia Nacional Bolivariana Sin embargo, la Fiscalía ha informado de al menos 49 muertes en medio de las manifestaciones.
Villegas hizo una presentación detallada de cada uno de los casos y de las supuestas causas de las muertes, que atribuyó la mayoría a los propios manifestantes, a las protestas, razones de odio o asesinatos por encargo, e identificó a varias de las víctimas como partidarios chavistas. Según los datos revelados, cuatro personas identificadas con el chavismo fueron supuestamente asesinadas por sicarios, entre ellas un dirigente de origen chileno que recibió un disparo mientras se encontraba en un restaurante de Caracas.
El ministro pidió que se detengan las llamadas a la violencia de las que responsabilizó a "sectores políticos que han abandonado la política para tratar de imponerle al país una agenda de violencia".
Además, solicitó cesar la "utilización aviesa de esos nombres para cargarle al Gobierno bolivariano, al presidente Nicolás Maduro, una supuesta política de Estado conducente a la muerte de venezolanos".
Citó igualmente cifras de la Guardia Nacional Bolivariana, componente militar que ejerce labores de orden público, según las cuales en Venezuela "se han producido más 1.600 manifestaciones de distinto color político (...y) de ellas alrededor de 600 han sido violentas".
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