Publica "El Mundo":
"Nosotros no vamos a desmayar, no vamos a descansar. Llevamos un mes de conflicto y podemos durar lo que ustedes quieran... Este pueblo no se va a regresar a su casa hasta que no conquiste el cambio, la democracia y la libertad que estamos esperando todos los venezolanos".
En solo siete minutos de un vibrante discurso en el Palacio Legislativo, el joven diputado Juan Requesens resumió cuál es el objetivo de una oposición venezolana renacida de sus cenizas.
El mismo parlamentario que se puso al frente de las protestas, nada más
conocerse a finales de marzo la sentencia 156 del Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ), que usurpaba de forma definitiva las funciones del Parlamento.
Respaldado
por sus compañeros Amelia Belisario, Milagros Valero, María Beatriz
Martínez, Marco Bozo y Carlos Paparoni, entre otros, los diputados
rebeldes salieron aquel día a la carrera hacia la sede del TSJ, donde
les esperaba la Guardia Nacional. A pecho descubierto, llevados por la
indignación, los parlamentarios chocaron con todas sus fuerzas con las tropas.
Y no han dejado de hacerlo, pese a que al propio Requesens días después
le rompieron la nariz y le abrieron una brecha junto al ojo que
necesitó 56 puntos de sutura.
Ese día estuvieron solos, un mes después les acompañan millones de venezolanos,
unos y otros protagonistas de un mes de protestas que de forma
inesperada ha cambiado el tablero político venezolano y que también
pretende cambiar la Historia del país.
"Se cumple un mes de una resistencia activa, democrática y pacífica para restituir el hilo constitucional.
Somos una inmensa mayoría que hoy estamos en las calles. Este es un
régimen que perdió el respaldo de la gente", asegura a EL MUNDO Jony
Rahal, otro de los diputados héroes de abril.
Con la participación de todos ellos, la Asamblea ha fijado su hoja de ruta, que reclama la restitución del "derecho al voto con un Consejo Nacional Electoral imparcial,
participación de líderes presos o inhabilitados y con observación
internacional". La oposición también exige elecciones presidenciales y
regionales, la activación del canal humanitario, la devolución de las competencias usurpadas a la Asamblea, la liberación de todos los presos políticos y la desmovilización de los paramilitares chavistas.
Héroes
políticos y anónimos, como Hans Wuerich, que recibió un enjambre de
perdigones pese a estar desnudo frente a la Guardia Nacional. O la
señora Yoliter Rodríguez, de 57 años, malherida por el impacto de una bomba lacrimógena en la cabeza.
Desde la cama del hospital, mantiene pese a su dolor que "esto no puede
seguir sucediendo, todos estos abusos, hay que seguir adelante".
Los abusos que se inician con la represión violenta e indiscriminada contra protestas pacíficas que ya han provocado 34 muertes, cientos de heridos y más de 1.600 detenidos.
"Hoy
las cosas están mucho peor que hace un año para los venezolanos todos y
para el Gobierno, pero dentro de un mes el sufrimiento aún será mayor",
resume Luis Ugalde, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello y
una de las voces más prestigiosas del país. El teólogo apuesta por una
"salida democrática excepcional, con el menor costo posible para toda la
población, es de vida o muerte". El jesuita Ugalde reclama un gobierno de salvación nacional, que es "imposible sin una decisión predominante en las Fuerzas Armadas" y sin un apoyo internacional rápido y efectivo.
Distinta opinión mantiene el Papa Francisco, quien el sábado reconoció las dificultades para retomar el diálogo fracasado del año pasado,
en el que el Vaticano participó como facilitador junto a José Luis
Rodríguez Zapatero y otros exmandatarios latinoamericanos. "Hay que
hacer todo lo que se pueda por Venezuela, pero con condiciones claras",
lanzó el Papa directamente a Maduro, que incumplió los acuerdos
alcanzados. El Santo Padre también tuvo su regaño para la oposición, al asegurar que sus divisiones internas dificultaban retomar la Mesa del Diálogo.
Pase
lo que pase, Venezuela ha cambiado. En nada se parece políticamente a
la de marzo, cuando el chavismo se mantenía en su zona de confort pese a
la peor crisis social y económica que se recuerde en el país. Hoy, un
mes después, Maduro ha comunicado la "indeclinable decisión" que su país salga de la OEA, que "de manera histórica procura destruir el modelo bolivariano".
La
defensa internacional del chavismo ya está en marcha y la interior va
más allá de la actual represión. El "hijo de Chávez" asegura que este
lunes, durante la marcha del Primero de Mayo, activará su contraofensiva
con un misterioso "desencadenante histórico". El presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, amenazó este domingo con tomar un camino "revolucionario"
para acabar con el "golpe continuado y fascista", como llamó a las
protestas opositoras. "Yo estoy tomando esto con mucho equilibrio, con
mucha serenidad, pero estoy preparando un nuevo escenario para Venezuela.
Que nadie dude, que nadie vacile, va a llegar la hora especial para la
patria, para un camino revolucionario para acabar con esta situación de
golpe continuado y fascista", dijo en su programa de radio y televisión Domingos con Maduro.
"En el escenario actual es muy probable que el presidente acelere a fondo con el relanzamiento del Plan de la Patria, más poder para las comunas y la reedición del Dakazo
(rebajas socialistas a la fuerza de 2013, que arruinaron comercios pero
que le dieron a Maduro la victoria en las municipales)", vaticina el
politólogo Piero Trepiccione.
La Unidad Democrática también baraja la posibilidad de que el chavismo golpee con algo parecido a una "asamblea constituyente comunal", que ya manejó durante las semanas posteriores al triunfo opositor en la parlamentarias de 2015.
http://www.elmundo.es/internacional/2017/04/30/5906033146163f1a7c8b45cf.html
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