Publica "El Mundo":
La Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro avanzó el miércoles en el plan trazado por el chavismo para hacerse con el control político absoluto. En un primer decreto, suprime las alcaldías metropolitanas de Caracas y de Alto Apure, equivalentes a dos gobernaciones y en manos opositoras, y por el segundo allana el camino a la reelección del 'hijo de Chávez' al obligar a los partidos que quieran participar en una elección haberlo hecho en la anterior.
De esta manera pone en fuera de juego a Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular, las principales formaciones de la Unidad Democrática que llamaron a la abstención en los comicios del 10 de diciembre.
Pese a no estar reconocida por la oposición ni por la comunidad internacional, tras el "mayor fraude electoral de la historia de América Latina", según la Secretaría General de la OEA, la Asamblea revolucionaria lanza de esta forma dos zarpazos demoledores contra las negociaciones que se llevan a cabo en Santo Domingo entre gobierno y Unidad Democrática.
La liquidación de la Alcaldía Metropolitana de Caracas era un viejo sueño de Hugo Chávez desde que en 2008 el ahora exiliado Antonio Ledezma la conquistara en las urnas. El órgano bolivariano, que ejerce como una mezcla de Asamblea cubana, soviet y un renovado Comité de Salud Pública de los tiempos de Robespierre, basó su decisión en que las dos alcaldías no prestaban ningún servicio a la colectividad. Un nuevo ataque contra la Constitución Bolivariana de 1999, que las instauró en el intento inicial de descentralización administrativa.
Una decisión avanzada meses atrás, ya que la elección para estas dos alcaldías no fueron incluidas ni en la convocatoria para gobernaciones ni para municipales. "Se está reformando la Constitución sin consultar al pueblo ni someterla a referéndum aprobatorio", protestó Alí Mansour, alcalde metropolitano de Caracas y sustituto de Ledezma y Helen Fernández.
"Lo que acaban de hacer es una burla a los venezolanos y a la comunidad internacional", subrayó Ledezma desde el exilio, tras destacar que su alcaldía fue elegida democráticamente por 800.000 personas.
La Alcaldía Mayor de Caracas sufrió desde el primer día los embistes del chavismo, que comenzó arrebatándole competencias, sedes y presupuestos para terminar encarcelando a su alcalde en 2014, acusándole de conspiración. El propio Chávez creó, manu militari, un gobierno paralelo para Caracas, a quien destinaba los fondos que constitucionalmente pertenecían a una alcaldía que comprende los municipios de Libertador, Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo.
La faena bolivariana culminó con un nuevo malabarismo político, que obliga a las organizaciones políticas que quieran participar en procesos electorales "haberlo hecho en las elecciones de ámbito nacional, regional o municipal inmediatamente anterior". Se trata de un castigo evidente por la abstención promovida en los comicios municipales y que vulnera el principio de la retroactividad jurídica, que no se debe emplear en contra de derechos fundamentales.
"Esta decisión busca evitar que podamos postular un candidato que represente el cambio y la esperanza para el pueblo venezolano en las próximas elecciones presidenciales", denunció Tomás Guanipa, dirigente de Primero Justicia, partido centrista liderado por el ex gobernador Henrique Capriles y por Julio Borges. Precisamente el presidente del Parlamento encabeza la delegación opositora en Santo Domingo. Junto a él está el diputado Luis Florido, quien cuestionó al gobierno: "¿Será que algunos quieren impedir que continúe la negociación con la comunidad internacional?".
El propio presidente Maduro se ha encargado de torpedear la nueva ronda de negociaciones en la capital dominicana, calificando como "colaboracionistas" a los opositores y adelantando la ilegalización de los partidos, que de plasmarse dejaría en la carrera electoral a Avanzada Progresista y Un Nuevo Tiempo, agrupaciones criticadas por sus postulados "tibios" con el chavismo.
Y para que nadie tenga dudas, Maduro cargó en su última aparición televisiva contra Capriles, uno de los rivales que más teme por su moderación y al que calificó de "bandido". El primer mandatario aseguró que el ex candidato presidencial no volverá a ejercer ningún cargo público durante 15 años, tras ser inhabilitado por la Contraloría chavista.
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