Publica "El País":
La oposición venezolana ha recibido este miércoles el premio Sájarov a la libertad de conciencia que concede anualmente el Parlamento Europeo. Es un galardón que para muchos, como el exalcalde huido de Caracas, Antonio Ledezma, y el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Julio Borges, da “un empujón y sangre nueva” a la lucha para salir de la “narcotiranía” del régimen de Nicolás Maduro. Los dos fueron los encargados de recibir este miércoles el galardón, en una ceremonia que amenazó con fragmentar a la Eurocámara, pero que finalmente se redujo a las ausencias esperadas de algunos miembros de la izquierda.
La llamada oposición no es una, sino muchas. 18 partidos políticos conforman la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y algunos, como Leopoldo López, están arrestados; otros, como Ledezma, en el exilio. Y sólo un puñado de esas facciones se ha podido trasladar —con discursos dispares— a Estrasburgo (Francia) para recoger el premio. En Venezuela, la desunión de la oposición está dando si no vía libre al régimen de Maduro, al menos más tiempo para continuar en el poder.
“Es urgente una recomposición de la unidad en [la oposición de] Venezuela (…) Estamos dando un triste espectáculo”, reconocía Ledezma en una entrevista con EL PAÍS días antes de recibir el premio en la Eurocámara. Unas facciones de la MUD avalaron la creación el pasado julio de la Asamblea Constituyente de Maduro, lo que fue considerado un golpe a la democracia por el resto, y otras corrientes no vieron fraude en el referéndum revocatorio de 2016 mientras otros —igualmente opositores— lo denunciaban públicamente. En definitiva, hay “contrasentidos” en la propia oposición, resume quien aún reivindica su figura como legítimo alcalde de Caracas a pesar de las elecciones municipales del pasado domingo en las que Maduro recuperó el poder en 300 de 335 localidades en parte gracias a que los principales partidos de la oposición —Voluntad Popular (Leopoldo Lopez, en régimen de casa por cárcel), Primero Justicia (Henrique Carriles) y Acción Democrática (Henry Ramos Allup)— no concurrieron a los comicios para boicotear al sistema.
Como respuesta, recibieron la amenaza del Gobierno de no poder presentarse en las generales en la primavera de 2018. Fuentes de la Eurocámara señalan que Maduro convocará estos comicios en marzo, para no dar tiempo a la oposición a que se reorganice y busque un candidato de consenso, añade Borges, que hoy por hoy no existe. "Va a primar el sentido de la responsabilidad para elegir candidato pero para una elección, no para un fraude", opina Ledezma.
Para que la MUD se recomponga, son ellos mismos los que deben definir los términos de cómo salir del régimen chavista que “tiene secuestrado al país”, dice Ledezma. Y es precisamente ahí donde está el talón de Aquiles opositor: todos quieren echar a Maduro, pero ninguno se pone de acuerdo en la estrategia. La opción que sugiere el exalcalde metropolitano, de 62 años y más de mil días bajo arresto domiciliario, es la de acatar el mandato que les dieron más de siete millones de venezolanos el pasado julio para “restituir la República en el menor tiempo posible”. Es la iniciativa Soy Venezuela a la que, asegura, muchos dirigentes opositores “le han dado la espalda”. Pero Borges, figura en activo de la primera línea en la política venezolana, opta por "levantar más protestas en las calles" (que ya han dejado más de 157 muertos este año), además de continuar con la presión internacional y las negociaciones entre el régimen y la oposición en Santo Domingo.
El ejemplo de Luisa Ortega, exfiscal general de Venezuela —chavista, hoy huida en Colombia— que recientemente salió del país y denunció el régimen de Maduro ante la Corte Penal Internacional por su deriva autoritaria, es el camino correcto a ojos de la Alianza Bravo Pueblo (ABP), la facción opositora de Ledezma, una de las más conservadoras en el amplísimo espectro político que abarca la MUD. “Ahí está el camino [hacia la solución]. Con Ortega, y con mucha gente que votó a Chávez y a Maduro, hay que hablar y dialogar. No podemos estigmatizar a esos votantes si queremos unir y sacar al país de la crisis”, apunta el exregidor, quien asegura que tras “estar de paso” en el extranjero volverá pronto a la política de su país.
La división de la oposición se trasladó también a los pasillos de le Eurocámara. La MUD era la candidatura de los liberales, que finalmente ganaron con el apoyo de populares y conservadores. Finalmente, se ausentaron del acto algunos miembros de la Izquierda europea y Los Verdes -cuya candidata era Lolita Chávez, activista medioambiental guatemalteca-, por considerar que el legislativo comunitario ha politizado el Sájarov. "Las personas que reciben el premio encarnan una oposición violenta que busca desde 2002 derrocar con golpes de Estado a los Gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo venezolano", critica sin tapujos Izquierda Unida. Todos sus eurodiputados (cuatro) se ausentaron. No lo hicieron, en cambio, los cinco de Podemos, que prefirieron mantener un perfil bajo por la campaña electoral en Cataluña, según apuntan fuentes parlamentarias, aunque ni aplaudieron ni se levantaron de sus escaños para celebrar el galardón.
Una de
las cuestiones que deja en suspenso la profunda división de la oposición
venezolana es a quién y para qué irán destinados los 50.000 euros de
los que está dotado el Sájarov. Ledezma propone crear un fondo para los
familiares de los presos políticos. Pero, aunque es algo que él ya ha
anunciado a través de sus redes sociales, no lo ha acordado con los
otros miembros de la MUD como Julio Borges, presidente de la Asamblea
Nacional venezolana, también en Estrasburgo en condición de premiado
junto a los padres de Leopoldo López (en régimen de casa por cárcel), la
hermana de la española Andrea González (en prisión acusada de
asesinato) y la esposa del opositor Daniel Ceballos (también en
prisión).
“Muchas veces, de repente te sientes como privilegiado: teníamos comida, familia que podía pagarse un pasaje para irnos a visitar [a prisión]. Me gustaría poder ayudar a los familiares de los presos políticos que tienen problemas económicos”, explica. Borges, sin embargo, en una entrevista con la Cadena SER aseguró que debería destinarse a “una institución muy fiable en Venezuela para que cree una cátedra de enseñanza de Derechos Humanos a jóvenes en Venezuela”.
La división entre ellos es evidente y poco antes de recoger el premio, Borges aseguró que se está estudiando cuál es el mecanismo más útil para destinar esos 50.000 euros. “Leopoldo [López] enviará un plan en las próximas horas”, asegura. Lo ideal, señalan fuentes parlamentarias que otorgan el premio, es que se lo repartan entre toda la oposición”. La unión hace la fuerza no ha llegado aún a Venezuela.
La oposición venezolana ha recibido este miércoles el premio Sájarov a la libertad de conciencia que concede anualmente el Parlamento Europeo. Es un galardón que para muchos, como el exalcalde huido de Caracas, Antonio Ledezma, y el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Julio Borges, da “un empujón y sangre nueva” a la lucha para salir de la “narcotiranía” del régimen de Nicolás Maduro. Los dos fueron los encargados de recibir este miércoles el galardón, en una ceremonia que amenazó con fragmentar a la Eurocámara, pero que finalmente se redujo a las ausencias esperadas de algunos miembros de la izquierda.
La llamada oposición no es una, sino muchas. 18 partidos políticos conforman la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y algunos, como Leopoldo López, están arrestados; otros, como Ledezma, en el exilio. Y sólo un puñado de esas facciones se ha podido trasladar —con discursos dispares— a Estrasburgo (Francia) para recoger el premio. En Venezuela, la desunión de la oposición está dando si no vía libre al régimen de Maduro, al menos más tiempo para continuar en el poder.
“Es urgente una recomposición de la unidad en [la oposición de] Venezuela (…) Estamos dando un triste espectáculo”, reconocía Ledezma en una entrevista con EL PAÍS días antes de recibir el premio en la Eurocámara. Unas facciones de la MUD avalaron la creación el pasado julio de la Asamblea Constituyente de Maduro, lo que fue considerado un golpe a la democracia por el resto, y otras corrientes no vieron fraude en el referéndum revocatorio de 2016 mientras otros —igualmente opositores— lo denunciaban públicamente. En definitiva, hay “contrasentidos” en la propia oposición, resume quien aún reivindica su figura como legítimo alcalde de Caracas a pesar de las elecciones municipales del pasado domingo en las que Maduro recuperó el poder en 300 de 335 localidades en parte gracias a que los principales partidos de la oposición —Voluntad Popular (Leopoldo Lopez, en régimen de casa por cárcel), Primero Justicia (Henrique Carriles) y Acción Democrática (Henry Ramos Allup)— no concurrieron a los comicios para boicotear al sistema.
Como respuesta, recibieron la amenaza del Gobierno de no poder presentarse en las generales en la primavera de 2018. Fuentes de la Eurocámara señalan que Maduro convocará estos comicios en marzo, para no dar tiempo a la oposición a que se reorganice y busque un candidato de consenso, añade Borges, que hoy por hoy no existe. "Va a primar el sentido de la responsabilidad para elegir candidato pero para una elección, no para un fraude", opina Ledezma.
Para que la MUD se recomponga, son ellos mismos los que deben definir los términos de cómo salir del régimen chavista que “tiene secuestrado al país”, dice Ledezma. Y es precisamente ahí donde está el talón de Aquiles opositor: todos quieren echar a Maduro, pero ninguno se pone de acuerdo en la estrategia. La opción que sugiere el exalcalde metropolitano, de 62 años y más de mil días bajo arresto domiciliario, es la de acatar el mandato que les dieron más de siete millones de venezolanos el pasado julio para “restituir la República en el menor tiempo posible”. Es la iniciativa Soy Venezuela a la que, asegura, muchos dirigentes opositores “le han dado la espalda”. Pero Borges, figura en activo de la primera línea en la política venezolana, opta por "levantar más protestas en las calles" (que ya han dejado más de 157 muertos este año), además de continuar con la presión internacional y las negociaciones entre el régimen y la oposición en Santo Domingo.
El ejemplo de Luisa Ortega, exfiscal general de Venezuela —chavista, hoy huida en Colombia— que recientemente salió del país y denunció el régimen de Maduro ante la Corte Penal Internacional por su deriva autoritaria, es el camino correcto a ojos de la Alianza Bravo Pueblo (ABP), la facción opositora de Ledezma, una de las más conservadoras en el amplísimo espectro político que abarca la MUD. “Ahí está el camino [hacia la solución]. Con Ortega, y con mucha gente que votó a Chávez y a Maduro, hay que hablar y dialogar. No podemos estigmatizar a esos votantes si queremos unir y sacar al país de la crisis”, apunta el exregidor, quien asegura que tras “estar de paso” en el extranjero volverá pronto a la política de su país.
La división de la oposición se trasladó también a los pasillos de le Eurocámara. La MUD era la candidatura de los liberales, que finalmente ganaron con el apoyo de populares y conservadores. Finalmente, se ausentaron del acto algunos miembros de la Izquierda europea y Los Verdes -cuya candidata era Lolita Chávez, activista medioambiental guatemalteca-, por considerar que el legislativo comunitario ha politizado el Sájarov. "Las personas que reciben el premio encarnan una oposición violenta que busca desde 2002 derrocar con golpes de Estado a los Gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo venezolano", critica sin tapujos Izquierda Unida. Todos sus eurodiputados (cuatro) se ausentaron. No lo hicieron, en cambio, los cinco de Podemos, que prefirieron mantener un perfil bajo por la campaña electoral en Cataluña, según apuntan fuentes parlamentarias, aunque ni aplaudieron ni se levantaron de sus escaños para celebrar el galardón.
Una mediación que divide
Desde hace dos años, existe en Santo Domingo (República Dominicana) una mesa de negociación —auspiciada por la mediación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero— entre el régimen chavista y la oposición, pero no está validada por toda la MUD. Para Borges es un campo más de batalla. Para Ledezma una pura "parodia". Siente que ese diálogo no da sus frutos e incluso algunas personas cercanas a ABP han calificado la figura de Zapateros de “nula” alabando, sin embargo, los esfuerzos de Mariano Rajoy, José María Aznar y Felipe González en la crisis del país latinoamericano. Esta misma corriente defiende que desde que Zapatero es mediador, el régimen se ha recrudecido. La socialista Elena Valenciano es muy clara en su respuesta: “Zapatero tenía como tarea principal evitar un enfrentamiento civil. Veremos lo que sucede el próximo día 15 [cuando se retomen las negociaciones en la capital dominicana]. Pero los mediadores no sobran nunca”.
Pero las últimas detenciones de políticos en Venezuela, paradójicamente muestran un signo de debilidad en un país que cada vez se asemeja más a Cuba y que alcanza una hiperinflación que roza el 1000%, según la opinión de la oposición representada en Estrasburgo, que aunque no es toda, sí es la principal. “Al régimen, la única herramienta que le queda es la violencia, la represión y el miedo”, asegura el presidente de la Asamblea Nacional, despojada de todas sus funciones legislativas este verano en favor de la Asamblea Constituyente diseñada a medida por el régimen de Maduro.
El Gobierno se ha convertido, pues, en un animal herido que se defiende con toda su rabia. “Zapatero, quizás sin quererlo, ha hecho posible el milagro de que sobreviva la agonía de Maduro. Y con ella pagamos todos los venezolanos. Porque con estas negociaciones [los chavistas] han ganado dos años: 2016 y 2017. Pero el que no tiene más tiempo es el país, son los venezolanos”, cierra Ledezma.
Pero las últimas detenciones de políticos en Venezuela, paradójicamente muestran un signo de debilidad en un país que cada vez se asemeja más a Cuba y que alcanza una hiperinflación que roza el 1000%, según la opinión de la oposición representada en Estrasburgo, que aunque no es toda, sí es la principal. “Al régimen, la única herramienta que le queda es la violencia, la represión y el miedo”, asegura el presidente de la Asamblea Nacional, despojada de todas sus funciones legislativas este verano en favor de la Asamblea Constituyente diseñada a medida por el régimen de Maduro.
El Gobierno se ha convertido, pues, en un animal herido que se defiende con toda su rabia. “Zapatero, quizás sin quererlo, ha hecho posible el milagro de que sobreviva la agonía de Maduro. Y con ella pagamos todos los venezolanos. Porque con estas negociaciones [los chavistas] han ganado dos años: 2016 y 2017. Pero el que no tiene más tiempo es el país, son los venezolanos”, cierra Ledezma.
Puja por 50.000 euros
“Muchas veces, de repente te sientes como privilegiado: teníamos comida, familia que podía pagarse un pasaje para irnos a visitar [a prisión]. Me gustaría poder ayudar a los familiares de los presos políticos que tienen problemas económicos”, explica. Borges, sin embargo, en una entrevista con la Cadena SER aseguró que debería destinarse a “una institución muy fiable en Venezuela para que cree una cátedra de enseñanza de Derechos Humanos a jóvenes en Venezuela”.
La división entre ellos es evidente y poco antes de recoger el premio, Borges aseguró que se está estudiando cuál es el mecanismo más útil para destinar esos 50.000 euros. “Leopoldo [López] enviará un plan en las próximas horas”, asegura. Lo ideal, señalan fuentes parlamentarias que otorgan el premio, es que se lo repartan entre toda la oposición”. La unión hace la fuerza no ha llegado aún a Venezuela.
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