Publica "El Mundo":
"Vivir en Venezuela ahora mismo es complicado. Trabajar acá
lo es todavía más. Y dedicarte al cine es una lucha diaria", dice en una
entrevista con EL MUNDO el director Ignacio Castillo Cottin. Su segundo largometraje, El Inca,
ha sido prohibido en los cines de su país. "Es la primera vez en la
historia de Venezuela que censuran una película y la quitan de las
salas. Es un precedente gravísimo contra la libertad de creación. Me siento humillado, no puedo dejar que pisen mi trabajo de esta manera".
El cineasta sospecha que la decisión tiene un sentido político. La película recoge la historia del boxeador venezolano Edwin El Inca Valero,
un héroe nacional a la altura del futbolista Leo Messi en Argentina,
quien fue campeón del mundo y se retiró invicto tras 27 combates (su
especialidad era la victoria por knockout). El guion se centra
en un triángulo amoroso y no esconde las sombras del deportista, que se
suicidó en una celda en 2010, un día después de ser arrestado por el
asesinato de su esposa. Su biografía incluye problemas con las drogas y denuncias por violencia de género.
"Es un icono del proceso revolucionario: tenía una excelente relación con Hugo Chávez, incluso llevaba tatuado el rostro del Comandante en el pecho.
Al régimen le ha asustado nuestra película, no la han podido controlar
porque es 100% independiente, por eso la quieren borrar", dice el
director. Los problemas para él y su productora (Pa' los Panas)
comenzaron a finales de 2016. El filme llevaba un par de semanas en las
carteleras. "Estaba siendo un éxito de público, sin duda iba a ser el estreno más taquillero del año".
El 14 de diciembre el juez Salvador Mata García, responsable del
Tribunal Segundo de Protección del Niño y Adolescente de Caracas, ordenó
retirar todas las copias.
La petición procedía de los familiares del boxeador, quienes denuncian que la película, producida sin su autorización, incluye "escenas dantescas" y atenta "contra el honor y la vida privada" de sus hijos".
"No le dimos el visto bueno porque nunca leímos el guión y jamás nos
pidieron apoyo para orientarles en el manejo de los datos", argumenta un
hermano del boxeador en el diario venezolano El Universal. "La relación
con la familia fue distante desde el principio. Cuando se iba a
concretar la grabación, nos exigieron que el protagonista de la historia
fuera el hermano y no el boxeador.
Imagínate el sinsentido", explica
Castillo Cottin.
Cambiaron los nombres del resto de
personajes para evitar problemas legales y siguieron para adelante. El
equipo llevaba tres años de investigación. El guion, firmado entre el
director y la venezolana residente en España Ada Hernández,
recibió el apoyo del Laboratorio de Escritura de Guiones Fundación
Autor de la SGAE. "La sentencia es un chiste: los tribunales en
Venezuela tardan al menos seis meses en pronunciarse y esta medida se
tomó de un día para otro. Lo más delirante del caso es que, durante el
primer juicio del 26 de diciembre, tanto el juez, como la abogada que
nos acusa y los denunciantes, reconocieron que no habían visto la
película", lamenta el cineasta.
El equipo de El Inca
acaba de poner un recurso de apelación para que retiren la prohibición y
regrese a las pantallas de su país. El director está dispuesto a llegar
hasta el final. "¿Qué más se pueden inventar? Ya no tienen argumentos
para justificar la censura. No puedo permitir que destrocen cinco años
de trabajo con un zarpazo, como si fuera una línea escrita en Twitter.
Si es necesario, llevaré este caso a la Corte Interamericana". La obra
se pudo ver por primera vez fuera de Venezuela a principios de marzo, en
el Festival de Cine de Miami. "Nuestro objetivo es que se
estrene en el mayor número de salas en todo el mundo. La prohibición
sólo llega hasta la frontera venezolana".
Ignacio Castillo Cottin estudió cine en Los Ángeles y debutó en 2008 con La virgen negra, donde participaba la actriz española Carmen Maura. Vive en Caracas, la capital venezolana, y denuncia que desde hace dos años el acoso del régimen de Nicolás Maduro
sobre la cultura es cada vez "más asfixiante". "El tema político nos
está afectando a todos. El sector público cada vez está más
radicalizado, sólo resisten los que apoyan incondicionalmente al
Gobierno, aunque esa postura vaya contra su ética".
- ¿Tiene miedo a sufrir represalias por hablar tan claro contra el régimen?
-
¿Qué otra cosa me pueden hacer? Ya han silenciado mi película. Los que
vivimos en Venezuela nos hemos acostumbrado a vivir con miedo: cualquier
día te pueden asesinar en la calle para robarte el celular.
En
esta batalla contra la censura el director desvela que, además del
apoyo de la comunidad internacional, cuenta con el del sector del cine
en Venezuela casi al completo: "Incluso se han manifestado a nuestro favor sectores reconocidos públicamente como chavistas".
Os ponemos el enlace a la noticia:
http://www.elmundo.es/cultura/cine/2017/04/11/58ec2eac268e3e3b4d8b464b.html
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