Publica "El País":
"Malditos, ¿por qué nos hacen esto?", gritaba una mujer
desesperaba y asfixiada por las bombas lacrimógenas en una de las
principales autopistas de Caracas, después de que miles de opositores
intentaran llegar por séptima ocasión en menos de un mes
a la Defensoría del Pueblo para exigir respeto a la autonomía del
Parlamento y elecciones. Pero como cada vez anterior, policías y
militares lo impidieron.
Camiones antimotines de la
Guardia Nacional y de la Policía Nacional se plantaron en la estratégica
autopista desde temprano para bloquear el paso hacia el centro de
Caracas, bastión del chavismo donde están los poderes del Estado. Lo lograron con una lluvia de bombas lacrimógenas, chorros de agua y perdigones.
A diferencia de otros días, esta vez los cuerpos de seguridad no
esperaron, avanzaron apenas los adversarios del presidente Nicolás
Maduro se acercaban.
"Lo único que estamos pidiendo son
elecciones libres y democráticas. Al defensor del Pueblo, que deje de
defender lo indefendible. Estas protestas han dejado 27 muertos y cientos de heridos. El gobierno es el que genera la violencia con sus cuerpos de represión", afirmó el dirigente opositor Henrique Capriles, afectado por los gases.
Las
protestas contra Maduro iniciaron el 1 de abril en rechazo a dos
sentencias con las que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó brevemente las funciones del Legislativo -de mayoría opositora- y eliminó la inmunidad de los diputados. La corte, sin embargo, dio marcha atrás por una fuerte presión internacional y por la sorpresiva condena de la fiscal general, Luisa Ortega -confesa chavista-, que calificó esas decisiones de "ruptura del orden constitucional".
La fiscal informó de que las protestas han dejado 27 muertos, 1.286 detenidos y 437 heridos.
Esa cifra aumentará, ya que en la marcha de este miércoles EL MUNDO
pudo comprobar que varias personas resultaron heridas con perdigones y
bombas lacrimógenas.
El vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, intentó evitar que la gente se retirara de la autopista. "Vamos, que las bombas no matan. El lunes estuvimos aquí seis horas, avancemos", pedía megáfono en mano, con los ojos irritados.
El
lunes la oposición realizó en todo el país 'el plantón' contra Maduro,
una acampada en las principales vías del país. Al final de esa jornada,
varios opositores radicales se enfrentaron con los cuerpos de seguridad
y, según la fiscal, cuatro personas murieron ese día en los estados
Mérida y Barinas.
La oposición exige al defensor del
Pueblo, Tarek William Saab, que inicie un proceso para destituir a los
magistrados del Supremo que tomaron las polémicas decisiones. Además, piden elecciones generales para superar la crisis política y económica.
En
diciembre de 2016 estaban convocadas las elecciones de gobernadores,
pero el poder electoral -fiel al chavismo- las suspendió y aún no tienen
fecha. Este año deberían hacerse las elecciones a la alcaldía y en 2018
las presidenciales, que Maduro descarta adelantar.
A
pesar de la nube de gases lacrimógenos, algunas personas se mantenían
firmes. Raiza, ama de casa de 56 años, rezaba el rosario junto con un
grupo de mujeres. "Estamos aquí apoyando como podamos, a los muchachos
que se arriesgan. Rezamos por ello. Queremos nuestra libertad", dijo a
EL MUNDO, mientras observaba metros más adelante cómo los opositores les
lanzaban piedras y cócteles molotov a los camiones de la guardia.
"El pueblo, arrecho (molesto), reclama sus derechos", coreaba la gente alrededor.
Un
grupo de mujeres repartía Malox (líquido antiácido) a quienes estaban
en la autopista, para "mitigar" el efecto de los gases. "Tenemos que
prepararnos como podamos, ayudar como podamos", dijo María Escalante,
una de ellas.
Como es costumbre cuando la oposición intenta marchar hacia el centro de Caracas, el chavismo organizó una movilización en esa zona y el Metro de Caracas cerró sus estaciones. Cientos de jóvenes seguidores del presidente Nicolás Maduro marcharon hasta el palacio presidencial de Miraflores para escucharlo durante un mitin.
Las
protestas en Venezuela siguen generando preocupación internacional. La
Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió este miércoles para
una posible cita de cancilleres que traten el tema. La canciller Delcy
Rodríguez advirtió de que si ese encuentro se da, Venezuela podría
retirarse del organismo.
"Salirse de la OEA toma dos años, Maduro no será presidente en dos años", dijo Capriles sobre la amenaza.
Amnistía
Internacional, por su parte, pidió al gobierno "detener" la
"persecución" y las "detenciones arbitrarias" contra los opositores.
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