jueves, 27 de abril de 2017

Lluvia de gases y perdigones para frenar una nueva marcha de la oposición contra Nicolás Maduro


Publica "El País":

"Malditos, ¿por qué nos hacen esto?", gritaba una mujer desesperaba y asfixiada por las bombas lacrimógenas en una de las principales autopistas de Caracas, después de que miles de opositores intentaran llegar por séptima ocasión en menos de un mes a la Defensoría del Pueblo para exigir respeto a la autonomía del Parlamento y elecciones. Pero como cada vez anterior, policías y militares lo impidieron.

Camiones antimotines de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional se plantaron en la estratégica autopista desde temprano para bloquear el paso hacia el centro de Caracas, bastión del chavismo donde están los poderes del Estado. Lo lograron con una lluvia de bombas lacrimógenas, chorros de agua y perdigones. A diferencia de otros días, esta vez los cuerpos de seguridad no esperaron, avanzaron apenas los adversarios del presidente Nicolás Maduro se acercaban. 

"Lo único que estamos pidiendo son elecciones libres y democráticas. Al defensor del Pueblo, que deje de defender lo indefendible. Estas protestas han dejado 27 muertos y cientos de heridos. El gobierno es el que genera la violencia con sus cuerpos de represión", afirmó el dirigente opositor Henrique Capriles, afectado por los gases. 

Las protestas contra Maduro iniciaron el 1 de abril en rechazo a dos sentencias con las que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó brevemente las funciones del Legislativo -de mayoría opositora- y eliminó la inmunidad de los diputados. La corte, sin embargo, dio marcha atrás por una fuerte presión internacional y por la sorpresiva condena de la fiscal general, Luisa Ortega -confesa chavista-, que calificó esas decisiones de "ruptura del orden constitucional". 

La fiscal informó de que las protestas han dejado 27 muertos, 1.286 detenidos y 437 heridos. Esa cifra aumentará, ya que en la marcha de este miércoles EL MUNDO pudo comprobar que varias personas resultaron heridas con perdigones y bombas lacrimógenas. 

El vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, intentó evitar que la gente se retirara de la autopista. "Vamos, que las bombas no matan. El lunes estuvimos aquí seis horas, avancemos", pedía megáfono en mano, con los ojos irritados.

El lunes la oposición realizó en todo el país 'el plantón' contra Maduro, una acampada en las principales vías del país. Al final de esa jornada, varios opositores radicales se enfrentaron con los cuerpos de seguridad y, según la fiscal, cuatro personas murieron ese día en los estados Mérida y Barinas. 

La oposición exige al defensor del Pueblo, Tarek William Saab, que inicie un proceso para destituir a los magistrados del Supremo que tomaron las polémicas decisiones. Además, piden elecciones generales para superar la crisis política y económica

En diciembre de 2016 estaban convocadas las elecciones de gobernadores, pero el poder electoral -fiel al chavismo- las suspendió y aún no tienen fecha. Este año deberían hacerse las elecciones a la alcaldía y en 2018 las presidenciales, que Maduro descarta adelantar. 

A pesar de la nube de gases lacrimógenos, algunas personas se mantenían firmes. Raiza, ama de casa de 56 años, rezaba el rosario junto con un grupo de mujeres. "Estamos aquí apoyando como podamos, a los muchachos que se arriesgan. Rezamos por ello. Queremos nuestra libertad", dijo a EL MUNDO, mientras observaba metros más adelante cómo los opositores les lanzaban piedras y cócteles molotov a los camiones de la guardia. 

"El pueblo, arrecho (molesto), reclama sus derechos", coreaba la gente alrededor.
Un grupo de mujeres repartía Malox (líquido antiácido) a quienes estaban en la autopista, para "mitigar" el efecto de los gases. "Tenemos que prepararnos como podamos, ayudar como podamos", dijo María Escalante, una de ellas.

Como es costumbre cuando la oposición intenta marchar hacia el centro de Caracas, el chavismo organizó una movilización en esa zona y el Metro de Caracas cerró sus estaciones. Cientos de jóvenes seguidores del presidente Nicolás Maduro marcharon hasta el palacio presidencial de Miraflores para escucharlo durante un mitin. 

Las protestas en Venezuela siguen generando preocupación internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió este miércoles para una posible cita de cancilleres que traten el tema. La canciller Delcy Rodríguez advirtió de que si ese encuentro se da, Venezuela podría retirarse del organismo. 

"Salirse de la OEA toma dos años, Maduro no será presidente en dos años", dijo Capriles sobre la amenaza. 

Amnistía Internacional, por su parte, pidió al gobierno "detener" la "persecución" y las "detenciones arbitrarias" contra los opositores.

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