Publica "El Español":
Naciones Unidas ha exigido a las autoridades de Venezuela que pongan en libertad al opositor preso Yon Goicoechea, de nacionalidad española y venezolana, según ha podido saber este diario.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos o la ONG Human Rights Watch ya habían reclamado su liberación. A sus demandas se suma ahora la del máximo organismo internacional: la Organización de las Naciones Unidas.
“La privación de libertad de Yon Alexander Goicoechea Lara es arbitraria”, indica el escrito elaborado por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL antes de su publicación a través del entorno del preso.
“El Grupo de Trabajo solicita al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que adopte las medidas necesarias para remediar la situación del señor Yon Goicoechea sin dilación (...) El remedio adecuado sería poner inmediatamente en libertad al señor Yon Goicoechea y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación de conformidad con el derecho internacional”.
La oficina de Naciones Unidas en Venezuela no respondió a tiempo para la publicación del artículo a una petición de este periódico para abordar el informe.
El Pueblo del Defensor venezolano, Tarek William Saab, afín a Nicolás Maduro, también pidió la excarcelación del opositor hace tan sólo unos días. Asimismo, la Fiscalía de Venezuela, hoy enfrentada abiertamente con el Gobierno, solicitó recientemente la revisión del caso.
Goicoechea continúa encerrado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), considerado por la oposición a Maduro como una policía política, a pesar de que el pasado octubre una jueza de Caracas ordenara la liberación del dirigente de Voluntad Popular, el partido liderado por Leopoldo López.
El tribunal, sin embargo, permanece cerrado desde diciembre con un cartel que reza “este tribunal no trabaja en el día de hoy”, afirma el abogado del preso Nizar El Fakih. “Este tribunal no trabaja en el día de hoy”, según explica su abogado en Venezuela, Nizar El Fakih. “Su caso no se está tramitando, a pesar de que por ley en Venezuela los tribunales penales deben abrir los 365 días del año”, señala el letrado.
Una detención “arbitraria”
Yon Goicochea, de abuelos vizcaínos y canarios, fue detenido el pasado agosto mientras circulaba en coche, junto a su chófer, por una de las principales autopistas de Caracas. Acababa de regresar a Venezuela desde España cuando una decena de hombres, armados y con el rostro tapado, lo abordaron. Ninguno de ellos portaba identificación. A partir de este punto, la vida del político opositor de raíces españolas cambió por completo.
Durante las siguientes 56 horas ningún familiar ni abogado pudo ponerse en contacto con él, relata el entorno del reo. Tampoco tuvieron la capacidad de conocer en qué situación se encontraba Goicoechea ni dónde estaba localizado. Su detención se produjo pocos días antes de la multitudinaria manifestación opositora bautizada como 'La Toma de Caracas'.
El líder chavista Diosdado Cabello afirmaría en televisión que Goicoechea portaba material explosivo en el momento de su arresto, pero la justicia venezolana no lo ha acusado aún formalmente.
Nacido en Venezuela en 1984, el Gobierno de España le concedió la nacionalidad el año pasado por decreto dada “la persecución política y judicial que padece debido a su pertenencia al partido opositor Voluntad Popular”.
Goicoechea fue uno de los líderes del movimiento estudiantil de 2007 en Venezuela que logró paralizar la reforma de la Constitución propuesta por Hugo Chávez para perpetuarse políticamente y aumentar su poder. Desde entonces se ha convertido en un icono de la oposición venezolana.
Abogado de profesión, se fue a Estados Unidos con 22 años a formarse en la Universidad de Columbia pues “no estaba listo para cubrir las expectativas [políticas] que se ciñeron sobre mí”, según explicó en una entrevista en un medio colombiano. Posteriormente, en 2012, hizo las maletas con su familia y emigró a España.
Hace un año volvió a Venezuela, donde fue detenido un mes después de su regreso. Desde entonces permanece encarcelado en una celda minúscula, según denuncia su esposa, Rosaura Valentini. “Mi esposo se encuentra encarcelado por la dictadura en Venezuela”, contaba a este periódico tras una visita a prisión el miércoles.
Durante el encuentro, dos presos recluidos en el Helicoide -como se conoce la sede del SEBIN en Caracas- comenzaron a encontrarse mal y a vomitar. Lejos de hacerse cargo de ellos, los carceleros los dejaron en el pasillo sin ofrecerles atención médica, asegura Valentini. “Esto es algo totalmente violatorio de los derechos humanos”, dice la mujer del preso, que había llevado consigo a sus hijos, de cinco y ocho años.
En los últimos meses han circulado rumores sobre la posible liberación de Goicoechea a raíz de la excarcelación de Leopoldo López, que a principios de mes abandonó la prisión para pasar a arresto domiciliario.
Estos rumores “son pura mentira, pura tortura y pura manipulación” y los “difunde el Gobierno a través de sus medios de comunicación”, afirma Valentini, quien denuncia que el contacto con el Ejecutivo venezolano es nulo y que solamente tiene constancia de la postura del Gobierno “a través de las redes sociales y los periódicos”.
El 31 de mayo, sin embargo, Valentini pensó que su marido sí iba a poner pie en la calle. Cuenta a este diario que el Gobierno venezolano se puso en contacto con ella a través de la Embajada de España para decirle que fuera a la cárcel a recoger a su esposo. “Nos hicieron irlo a buscar”, dice. “Después de cinco horas nos llaman y dicen que no puede ser liberado por la violencia en Caracas” con motivo de las protestas de la oposición contra Maduro. “Mi marido está detenido por la dictadura de Venezuela”, zanja.
Por otro lado, Valentini destaca que “la embajada española se ha portado muy bien con nosotros” y que también ha recibido el apoyo de los diferentes presidentes españoles. De ellos, asegura, el que más se involucra es el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. “Viene mucho a Caracas. Me dice que él está conmigo, que me apoya y que tenga paciencia”, aunque tampoco “me dice nada específico” sobre la liberación de Yon Goicoechea.
Querella ante la Audiencia Nacional
Aprovechando la nacionalidad española de Goicoechea, su mujer y abogados han optado por acudir a la Audiencia Nacional para querellarse por delitos de torturas y contra la integridad moral, perseguibles en virtud del principio de justicia universal.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha posicionado a favor hasta en tres ocasiones. No obstante, este viernes, se reúne el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la familia de Goicoechea confía en que resuelva sobre el recurso que presentó después de que la querella fuera rechazada en base a la última reforma de la ley de justicia universal.
“En España sí hay separación de poderes. Yo espero que se haga justicia y sí se culpe a los responsables de esta detención arbitraria”, apunta la esposa del preso.
Naciones Unidas ha exigido a las autoridades de Venezuela que pongan en libertad al opositor preso Yon Goicoechea, de nacionalidad española y venezolana, según ha podido saber este diario.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos o la ONG Human Rights Watch ya habían reclamado su liberación. A sus demandas se suma ahora la del máximo organismo internacional: la Organización de las Naciones Unidas.
“La privación de libertad de Yon Alexander Goicoechea Lara es arbitraria”, indica el escrito elaborado por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL antes de su publicación a través del entorno del preso.
“El Grupo de Trabajo solicita al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que adopte las medidas necesarias para remediar la situación del señor Yon Goicoechea sin dilación (...) El remedio adecuado sería poner inmediatamente en libertad al señor Yon Goicoechea y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación de conformidad con el derecho internacional”.
La oficina de Naciones Unidas en Venezuela no respondió a tiempo para la publicación del artículo a una petición de este periódico para abordar el informe.
El Pueblo del Defensor venezolano, Tarek William Saab, afín a Nicolás Maduro, también pidió la excarcelación del opositor hace tan sólo unos días. Asimismo, la Fiscalía de Venezuela, hoy enfrentada abiertamente con el Gobierno, solicitó recientemente la revisión del caso.
Goicoechea continúa encerrado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), considerado por la oposición a Maduro como una policía política, a pesar de que el pasado octubre una jueza de Caracas ordenara la liberación del dirigente de Voluntad Popular, el partido liderado por Leopoldo López.
El tribunal, sin embargo, permanece cerrado desde diciembre con un cartel que reza “este tribunal no trabaja en el día de hoy”, afirma el abogado del preso Nizar El Fakih. “Este tribunal no trabaja en el día de hoy”, según explica su abogado en Venezuela, Nizar El Fakih. “Su caso no se está tramitando, a pesar de que por ley en Venezuela los tribunales penales deben abrir los 365 días del año”, señala el letrado.
Una detención “arbitraria”
Yon Goicochea, de abuelos vizcaínos y canarios, fue detenido el pasado agosto mientras circulaba en coche, junto a su chófer, por una de las principales autopistas de Caracas. Acababa de regresar a Venezuela desde España cuando una decena de hombres, armados y con el rostro tapado, lo abordaron. Ninguno de ellos portaba identificación. A partir de este punto, la vida del político opositor de raíces españolas cambió por completo.
Durante las siguientes 56 horas ningún familiar ni abogado pudo ponerse en contacto con él, relata el entorno del reo. Tampoco tuvieron la capacidad de conocer en qué situación se encontraba Goicoechea ni dónde estaba localizado. Su detención se produjo pocos días antes de la multitudinaria manifestación opositora bautizada como 'La Toma de Caracas'.
El líder chavista Diosdado Cabello afirmaría en televisión que Goicoechea portaba material explosivo en el momento de su arresto, pero la justicia venezolana no lo ha acusado aún formalmente.
Nacido en Venezuela en 1984, el Gobierno de España le concedió la nacionalidad el año pasado por decreto dada “la persecución política y judicial que padece debido a su pertenencia al partido opositor Voluntad Popular”.
Goicoechea fue uno de los líderes del movimiento estudiantil de 2007 en Venezuela que logró paralizar la reforma de la Constitución propuesta por Hugo Chávez para perpetuarse políticamente y aumentar su poder. Desde entonces se ha convertido en un icono de la oposición venezolana.
Abogado de profesión, se fue a Estados Unidos con 22 años a formarse en la Universidad de Columbia pues “no estaba listo para cubrir las expectativas [políticas] que se ciñeron sobre mí”, según explicó en una entrevista en un medio colombiano. Posteriormente, en 2012, hizo las maletas con su familia y emigró a España.
Hace un año volvió a Venezuela, donde fue detenido un mes después de su regreso. Desde entonces permanece encarcelado en una celda minúscula, según denuncia su esposa, Rosaura Valentini. “Mi esposo se encuentra encarcelado por la dictadura en Venezuela”, contaba a este periódico tras una visita a prisión el miércoles.
Durante el encuentro, dos presos recluidos en el Helicoide -como se conoce la sede del SEBIN en Caracas- comenzaron a encontrarse mal y a vomitar. Lejos de hacerse cargo de ellos, los carceleros los dejaron en el pasillo sin ofrecerles atención médica, asegura Valentini. “Esto es algo totalmente violatorio de los derechos humanos”, dice la mujer del preso, que había llevado consigo a sus hijos, de cinco y ocho años.
En los últimos meses han circulado rumores sobre la posible liberación de Goicoechea a raíz de la excarcelación de Leopoldo López, que a principios de mes abandonó la prisión para pasar a arresto domiciliario.
Estos rumores “son pura mentira, pura tortura y pura manipulación” y los “difunde el Gobierno a través de sus medios de comunicación”, afirma Valentini, quien denuncia que el contacto con el Ejecutivo venezolano es nulo y que solamente tiene constancia de la postura del Gobierno “a través de las redes sociales y los periódicos”.
El 31 de mayo, sin embargo, Valentini pensó que su marido sí iba a poner pie en la calle. Cuenta a este diario que el Gobierno venezolano se puso en contacto con ella a través de la Embajada de España para decirle que fuera a la cárcel a recoger a su esposo. “Nos hicieron irlo a buscar”, dice. “Después de cinco horas nos llaman y dicen que no puede ser liberado por la violencia en Caracas” con motivo de las protestas de la oposición contra Maduro. “Mi marido está detenido por la dictadura de Venezuela”, zanja.
Por otro lado, Valentini destaca que “la embajada española se ha portado muy bien con nosotros” y que también ha recibido el apoyo de los diferentes presidentes españoles. De ellos, asegura, el que más se involucra es el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. “Viene mucho a Caracas. Me dice que él está conmigo, que me apoya y que tenga paciencia”, aunque tampoco “me dice nada específico” sobre la liberación de Yon Goicoechea.
Querella ante la Audiencia Nacional
Aprovechando la nacionalidad española de Goicoechea, su mujer y abogados han optado por acudir a la Audiencia Nacional para querellarse por delitos de torturas y contra la integridad moral, perseguibles en virtud del principio de justicia universal.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha posicionado a favor hasta en tres ocasiones. No obstante, este viernes, se reúne el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la familia de Goicoechea confía en que resuelva sobre el recurso que presentó después de que la querella fuera rechazada en base a la última reforma de la ley de justicia universal.
“En España sí hay separación de poderes. Yo espero que se haga justicia y sí se culpe a los responsables de esta detención arbitraria”, apunta la esposa del preso.
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