Publica "El Mundo":
Tal y como dice la propaganda, la Constituyente sí va. Así lo acaba de confirmar José Luis Rodríguez Zapatero en un comunicado distribuido a los medios en Caracas, tras mantener una semana de diálogos con dirigentes opositores y con delegados gubernamentales "en la búsqueda de una convivencia democrática y para la paz en Venezuela".
Los rumores de una posible suspensión temporal del proceso rodearon las negociaciones, pero nunca se confirmaron. La marcha atrás del Gobierno era casi imposible.
"Hoy y mañana Venezuela vivirá horas trascendentales. Deben transcurrir en paz. Ese es el compromiso que me han trasladado los diversos responsables políticos", señala el dirigente socialista ante la escalada de violencia que sufre el país y que ha llevado a Iberia y a Air France a cancelar sus vuelos del fin de semana.
"El derecho a abstenerse, el rechazo a una consulta electoral, son tan incuestionables como el derecho a votar", concluye el documento.
Ni una paso adelante, pero tampoco para atrás. "Me reafirmo en que únicamente la negociación, la concertación y el acuerdo pueden dar una salida a la grave crisis que vive Venezuela", señala el ex presidente del gobierno, que mantiene su habitual optimismo para asegurar que habrá una concertación final.
Y para alcanzarla propone la creación de un grupo de países amigos y acompañantes, con garantías oportunas para su cumplimiento.
Zapatero apela al Gobierno como "primer responsable" para que facilite "nuevos gestos, aunque sin la voluntad y la determinación de la oposición nada será posible".
La Mesa del Diálogo del año pasado fracasó ante los incumplimientos del Gobierno, confirmados en una carta dirigida por Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, a Nicolás Maduro.
Los puntos a tratar son los mismos de siempre (cronograma electoral, la "legalización" de la Asamblea Nacional) a los que Zapatero suma "fijar nuevas reglas y garantías para que la Asamblea Constituyente se comprometa de forma inequívoca con el respeto a los principios de la República, a los poderes constitucionales y al sufragio universal como fuente exclusiva de legitimación del poder".
"Aunque el Gobierno promete maravillas, nada es posible si insiste en mantener su Constituyente", respondió a EL MUNDO uno de los dirigentes opositores participante en los encuentros.
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