Publica "El Mundo":
Hoy Venezuela vivirá horas trascendentales. Deben transcurrir en paz. Ese es el compromiso que me han trasladado los diversos responsables políticos". José Luis Rodríguez Zapatero abandonó Caracas sin haber conseguido acercar posturas entre Gobierno y oposición, que este domingo se enfrentarán a una jornada histórica, una más en la Venezuela de la revolución. Durante la noche, la presidenta del CNE, Tibisay Lucenel, aseguró que el poder comicial repuso varias máquinas de votación que fueron "vandalizadas" por manifestantes opositores.
Las urnas se abrirán para la elección teledirigida y "fraudulenta", según la Unidad Democrática y buena parte de los países del entorno, de los delegados de la Asamblea Nacional Constituyente, mientras las principales calles del país se dispondrán a recibir a los opositores en un nuevo desafío al oficialismo y a sus militares. En juego está, una vez más, la democracia.
"Ellos quieren demostrar que aquí hay normalidad y nosotros no podemos regalarles esa imagen. Primero, deslegitimación del proceso. Y segundo, que no nos han doblado y seguimos de pie para la lucha. Tenemos que prepararnos para estos momentos duros de conflictividad", advirtió Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, sobre el cual pende la amenaza de ser encarcelado en cuanto se instale la Constituyente la semana que viene.
La convocatoria opositora es a ocupar las calles desde las 4 de la tarde en todo el país y a concentrarse desde las 10 de la mañana en seis puntos de la capital para confluir en la autopista.
Para el ex presidente del gobierno español, en cambio, empeñado en bajarle la tensión a la caldera venezolana aunque parezca imposible, "el derecho a abstenerse, el rechazo a una consulta electoral, son tan incuestionables como el derecho a votar".
Los dos asesinatos del viernes en Táchira (manifestantes caídos víctimas de balas de los militares) se sumaron al asalto del Palacio Municipal de Barquisimeto y la captura del alcalde Alfredo Ramos por orden del Tribunal Supremo de Justicia. Enfrentamientos, detenciones y malos tratos, como los recibido por Wuilly Arteaga, el famoso violinista de las protestas, según la denuncia del Foro Penal.
En medio de las disputas emergió Zapatero para reconocer que no hubo avances, más allá de las palabras, "en la búsqueda de una convivencia democrática y para la paz en Venezuela", pese a la escalada de violencia que sufre el país y que ha llevado a Iberia y a Air France a cancelar sus vuelos del fin de semana y a varias embajadas, como la de EEUU, Canadá y México, a aconsejar a sus ciudadanos que salgan del país o que no viajen a él.
Ni una paso adelante, pero tampoco para atrás. "Me reafirmo en que únicamente la negociación, la concertación y el acuerdo pueden dar una salida a la grave crisis que vive Venezuela", señaló el dirigente socialista, quien ha propuesto la creación de un grupo de países amigos y acompañantes, que cuente con garantías oportunas desde el poder para llevar adelante los cumplimientos.
Zapatero apela al Gobierno como "primer responsable" para que facilite "nuevos gestos, aunque sin la voluntad y la determinación de la oposición nada será posible". La Mesa del Diálogo del año pasado fracasó en 2016 por culpa de los incumplimientos de la revolución, confirmados en una carta personal dirigida por Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, a Nicolás Maduro.
Por primera vez en 20 meses de encuentros, al "hijo de Chávez" no le gustaron las palabras de su mediador favorito: "El presidente Zapatero sacó un comunicado de manera inconsulta, informando asuntos que habíamos considerado mantener en resguardo. Espero que públicamente rectifique esta situación, porque el trato que yo le he dado ha sido de respeto permanente".
"Zapatero realizó un esfuerzo considerable para tratar de acercar posiciones y al menos lograr un acuerdo preliminar que necesariamente pasaba por una suspensión de la Constituyente en los términos planteados por el Gobierno. Pero las posiciones están sumamente alejadas y el régimen de Maduro está dispuesto a hacer lo que sea para conservar el poder", airea el internacionalista Mariano de Alba.
Las urnas se abrirán para la elección teledirigida y "fraudulenta", según la Unidad Democrática y buena parte de los países del entorno, de los delegados de la Asamblea Nacional Constituyente, mientras las principales calles del país se dispondrán a recibir a los opositores en un nuevo desafío al oficialismo y a sus militares. En juego está, una vez más, la democracia.
"Ellos quieren demostrar que aquí hay normalidad y nosotros no podemos regalarles esa imagen. Primero, deslegitimación del proceso. Y segundo, que no nos han doblado y seguimos de pie para la lucha. Tenemos que prepararnos para estos momentos duros de conflictividad", advirtió Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, sobre el cual pende la amenaza de ser encarcelado en cuanto se instale la Constituyente la semana que viene.
La convocatoria opositora es a ocupar las calles desde las 4 de la tarde en todo el país y a concentrarse desde las 10 de la mañana en seis puntos de la capital para confluir en la autopista.
Para el ex presidente del gobierno español, en cambio, empeñado en bajarle la tensión a la caldera venezolana aunque parezca imposible, "el derecho a abstenerse, el rechazo a una consulta electoral, son tan incuestionables como el derecho a votar".
Los dos asesinatos del viernes en Táchira (manifestantes caídos víctimas de balas de los militares) se sumaron al asalto del Palacio Municipal de Barquisimeto y la captura del alcalde Alfredo Ramos por orden del Tribunal Supremo de Justicia. Enfrentamientos, detenciones y malos tratos, como los recibido por Wuilly Arteaga, el famoso violinista de las protestas, según la denuncia del Foro Penal.
En medio de las disputas emergió Zapatero para reconocer que no hubo avances, más allá de las palabras, "en la búsqueda de una convivencia democrática y para la paz en Venezuela", pese a la escalada de violencia que sufre el país y que ha llevado a Iberia y a Air France a cancelar sus vuelos del fin de semana y a varias embajadas, como la de EEUU, Canadá y México, a aconsejar a sus ciudadanos que salgan del país o que no viajen a él.
Ni una paso adelante, pero tampoco para atrás. "Me reafirmo en que únicamente la negociación, la concertación y el acuerdo pueden dar una salida a la grave crisis que vive Venezuela", señaló el dirigente socialista, quien ha propuesto la creación de un grupo de países amigos y acompañantes, que cuente con garantías oportunas desde el poder para llevar adelante los cumplimientos.
Zapatero apela al Gobierno como "primer responsable" para que facilite "nuevos gestos, aunque sin la voluntad y la determinación de la oposición nada será posible". La Mesa del Diálogo del año pasado fracasó en 2016 por culpa de los incumplimientos de la revolución, confirmados en una carta personal dirigida por Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, a Nicolás Maduro.
Por primera vez en 20 meses de encuentros, al "hijo de Chávez" no le gustaron las palabras de su mediador favorito: "El presidente Zapatero sacó un comunicado de manera inconsulta, informando asuntos que habíamos considerado mantener en resguardo. Espero que públicamente rectifique esta situación, porque el trato que yo le he dado ha sido de respeto permanente".
"Zapatero realizó un esfuerzo considerable para tratar de acercar posiciones y al menos lograr un acuerdo preliminar que necesariamente pasaba por una suspensión de la Constituyente en los términos planteados por el Gobierno. Pero las posiciones están sumamente alejadas y el régimen de Maduro está dispuesto a hacer lo que sea para conservar el poder", airea el internacionalista Mariano de Alba.
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