Publica "El Mundo":
¿Qué va a pasar en Venezuela? La pregunta, cuando solo falta una semana para que se impongan los comicios amañados que elegirán a los delegados de una Asamblea Nacional Constituyente con plenos poderes, no solo revolotea entre los venezolanos de dentro y de fuera del país, como si se tratase de uno de los misterios de la Santísima Trinidad. También lo hace en las sedes del poder de medio mundo, entre estadistas, observadores y medios de comunicación.
Más allá de la bola del cristal surrealista de la revolución, el pensador Armando Chaguaceda ha intentado aportar algo de luz a un futuro desconocido usando una metodología de construcción de escenarios, ya usada en conflictos internacionales. Para ello se ha apoyado en el intercambio de ideas y análisis con un grupo de intelectuales venezolanos, todos ellos académicos de primer nivel de las universidades más importantes: Universidad Central de Venezuela (UCV), la mayor pública del país; la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Simón Bolívar (USB). Estudiantes de estos centros están al frente de la oleada de protestas contra Nicolás Maduro.
El resultado es un dibujo de trazos gruesos, basados en la realidad trágica que hoy vive el país criollo, pero también de trazos finos de cierta esperanza. "Los escenarios son altamente dinámicos y hay poca información del lado oficialista. No vemos a Maduro desmontando la Constituyente porque en eso le va la vida, solo puede mantenerse con ella. Eso nos sitúa en un escenario de conflicto ampliado, con violencia e intervención del Estado, ya no solo frente a partidos opositores, sino también contra universidades, ONGs y medios, incluso contra comunidades populares que protesten", resume Chaguaceda.
Seis escenarios, bautizados con el nombre de cada país donde el desenlace fue parecido al que atisban ahora para la nación sudamericana: Cuba, Túnez, Egipto, Chile, Polonia y Libia.
1. Cuba
Cierre
autocrático, fin de la república y totalitarismo total. La culminación
de 18 años del fenómeno llamado Cubazuela: dos realidades dispares al
principio desembocando en el mismo final. "Es llamativo observar cómo en
los últimos días factores internacionales se acercan a Raúl Castro
tratando de inhibir su activismo. Parecen no entender que Cuba está
detrás de buena parte del giro Constituyente", advierte Chaguaceda,
politólogo e historiador cubano residente en México.
2. Chile
Elección
y derrota sorpresiva del eje revolucionario, gracias a la fractura en
el seno del chavismo. Se acepta la transición sin violencia y se produce
el regreso a la democracia.
3. Libia
Colapso del Estado y guerra civil. El miedo a
esta confrontación ha animado estos días un debate entre otro grupo de
intelectuales, entre los cuales ha circulado con profusión los
pensamientos de Julián Marías sobre la guerra civil española,
"consecuencia de una ingente frivolidad".
4. Túnez
La revuelta popular, con violencia, fractura
al Ejército y colapsa al gobierno. El 'hijo de Chávez' abandona el poder
y la transición corre con éxito en busca de la democracia.
5. Egipto
Falla la transición, colapsa el Gobierno y los militares imponen una nueva autocracia.
6. Polonia
La revolución se impone por arriba, afianzada en la represión, pero sobrevive una resistencia social. Las espadas siguen en lo alto, incluso se atisba otro derivada,
denominada de "equilibrio inestable". En ella, el oficialismo se mantiene en el poder pero con cierta debilidad, con mucha represión, pero sin desmovilizar a la oposición. Parte de ella se alía con militares disidentes y pasan a la lucha armada.
Seis escenarios acompañados de tantas turbulencias que pueden provocar que las características de unos se incorporan a las de los otros. La semana siguiente al 30-J servirá para dibujar nuevos trazos, tras otra semana clave para las protestas, que comienza mañana.
Unos y otros saben que de imponerse la constituyente de Maduro se producirá una "decisiva concentración de poder, sin precedentes incluso en la época de la hegemonía indiscutida de Chávez", asegura uno de los académicos del informe Chaguaceda. Su identidad, como la de todos los que han participado en los análisis, se mantiene en el anonimato por seguridad.
Para este pensador, la "victoria madurista" en el trámite del 30-J representa a la vez una oportunidad y un peligro: "oportunidad de destruir cualquier institución o núcleo de poder alterno al de la camarilla gobernante, pero peligro para quienes no sean estrictamente leales al núcleo, cada vez más pequeño, de decisores".
Para redondear este vaticinio, el politólogo John Magdaleno, director de la firma Polity, aporta que "la Constituyente va a precipitar una crisis política de mayor alcance y consecuencias. Es más el inicio de una etapa que el cierre de otra".
Otro analista no solo ha construido sus propios escenarios, sino que incluso ha cuantificado sus posibilidades de éxito: Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, una de las encuestadoras más prestigiosas del país. León, que recibe imprecaciones y zarandeos por igual de radicales opositores y de oficialistas, considera que hay 45% de posibilidades de que "el Gobierno logre preservar el poder, aunque el país siga por el barranco", un 40% de que se alcance un gobierno de transición después de tortuoso calvario que vaya sumando la masificación de la protesta, la fractura del chavismo, la ingobernabilidad, la presión de militares para recuperar la estabilidad y, por fin, negociaciones de verdad.
Y, finalmente, un 15% de posibilidades de que se dé un golpe de Estado, "sin negociación ni contemplación", la guinda a la "torta del primitivismo en el que nos hemos sumido".
Cruzando ambos mapas, León apostaría un 45% por una mezcla de los escenarios cubano y polaco, un 40% de algo parecido al chileno y un 15% del egipcio.
denominada de "equilibrio inestable". En ella, el oficialismo se mantiene en el poder pero con cierta debilidad, con mucha represión, pero sin desmovilizar a la oposición. Parte de ella se alía con militares disidentes y pasan a la lucha armada.
Seis escenarios acompañados de tantas turbulencias que pueden provocar que las características de unos se incorporan a las de los otros. La semana siguiente al 30-J servirá para dibujar nuevos trazos, tras otra semana clave para las protestas, que comienza mañana.
Unos y otros saben que de imponerse la constituyente de Maduro se producirá una "decisiva concentración de poder, sin precedentes incluso en la época de la hegemonía indiscutida de Chávez", asegura uno de los académicos del informe Chaguaceda. Su identidad, como la de todos los que han participado en los análisis, se mantiene en el anonimato por seguridad.
Para este pensador, la "victoria madurista" en el trámite del 30-J representa a la vez una oportunidad y un peligro: "oportunidad de destruir cualquier institución o núcleo de poder alterno al de la camarilla gobernante, pero peligro para quienes no sean estrictamente leales al núcleo, cada vez más pequeño, de decisores".
Para redondear este vaticinio, el politólogo John Magdaleno, director de la firma Polity, aporta que "la Constituyente va a precipitar una crisis política de mayor alcance y consecuencias. Es más el inicio de una etapa que el cierre de otra".
Otro analista no solo ha construido sus propios escenarios, sino que incluso ha cuantificado sus posibilidades de éxito: Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, una de las encuestadoras más prestigiosas del país. León, que recibe imprecaciones y zarandeos por igual de radicales opositores y de oficialistas, considera que hay 45% de posibilidades de que "el Gobierno logre preservar el poder, aunque el país siga por el barranco", un 40% de que se alcance un gobierno de transición después de tortuoso calvario que vaya sumando la masificación de la protesta, la fractura del chavismo, la ingobernabilidad, la presión de militares para recuperar la estabilidad y, por fin, negociaciones de verdad.
Y, finalmente, un 15% de posibilidades de que se dé un golpe de Estado, "sin negociación ni contemplación", la guinda a la "torta del primitivismo en el que nos hemos sumido".
Cruzando ambos mapas, León apostaría un 45% por una mezcla de los escenarios cubano y polaco, un 40% de algo parecido al chileno y un 15% del egipcio.
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