Publica "El Mundo":
Nicolás Maduro
ordenó en las últimas horas el cierre de sus fronteras con Brasil y
Colombia mientras cientos de miles de ciudadanos depositaban en sus
bancos los agonizantes billetes de 100 bolívares, los de mayor denominación en Venezuela, tras soportar varias horas en las colas.
Las medidas, que públicamente pretenden combatir a las mafias del contrabando y acaparamiento de billetes, esconden otras intenciones:
políticas (una cortina de humo bolivariano ante la deriva económica y
social del país) y económicas (recuperación del papel moneda y combate
al dólar negro).
Pero la contraofensiva del "hijo de Chávez" y la
liberación de madrugada de cuatro de los 106 presos políticos que
permanecen entre rejas no han evitado que la oposición recuperase la pelea parlamentaria,
en tregua durante las últimas semanas de las Mesas de Diálogo. La
Asamblea Nacional aprobó por mayoría la "responsabilidad política" del
presidente por la "grave ruptura del orden constitucional y
democrático", un golpe de efecto con el que pretenden recuperar el pulso
perdido entre sus propios seguidores.
Poco importa la cercanía de la Navidad, la principal preocupación hoy del ciudadano se centra en cambiar su dinero para seguir sorteando a la misma inflación que ha pulverizado la moneda nacional.
"Se trata de una estrategia de ataque complejo a nuestra economía", se
justificó ayer Nelson Merentes, presidente del Banco Central de
Venezuela (BCV), encargado de matizar algunas afirmaciones del
presidente, que habrían creado desconcierto entre la población.
Durante 72 horas, desde ayer y hasta mañana, los venezolanos pueden depositar los 6.000 millones de billetes de 100 en las 3.500 sedes bancarias
públicas y privadas. Será a partir del viernes cuando se realice el
canje en las nuevas monedas de 100 y en los nuevos billetes de 500.
Mientras tanto, más colas en el país de las colas.
Venezuela amaneció salpicada de hileras de gentes a las puertas de los
bancos. El desconcierto dio paso al estoicismo y las quejas, que ya
forman parte de la cotidianidad venezolana. Eso sí, "con conciencia",
según el gobierno.
La gente portaba sus fajos de dinero en bolsas
de plástico o en mochilas. "Qué improvisación. Llegó el día del canje y
los bancos públicos no tienen billetes nuevos. Son unos
irresponsables", acusó el diputado opositor José Guerra.
Fuerzas militares y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), en torno a 58.000 hombres, no sólo vigilaron puertas afuera, también se desplegaron en una parte de las bóvedas de las sucursales para realizar el conteo físico del dinero.
Os ponemos el enlace a la noticia completa:
http://www.elmundo.es/internacional/2016/12/14/58508030ca4741145c8b463a.html
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