Publica "El Mundo":
La opositora Unidad Democrática, respaldada por la Iglesia Católica y organizaciones sociales, empresariales y sindicales, ha solicitado a la Asamblea Nacional que convoque un "proceso nacional de decisión soberana" (plebiscito popular) para el día 16 de este mes, con el que pretende activar la "hora cero" o la lucha de la calle indefinida en su cruzada contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Los convocantes preguntarían al país si rechazan o no el proceso constituyente programado para el día 30, sobre su reconocimiento al Gobierno y sobre el reclamo a las Fuerzas Armadas para que obedezcan la Constitución.
En un acto cerrado que generaba gran expectativa, pues se esperaba que sectores del chavismo crítico se unieran (algo que no ocurrió), la oposición venezolana metió el acelerador en su carrera contra la Asamblea Constituyente convocando unas elecciones sin el poder electoral. "Que sea el pueblo quién decida", insistió Julio Borges, presidente del Parlamento, encargado del anuncio al país. "Estamos viviendo la mayor tragedia de la historia republicana", añadió el dirigente.
Nada más conocerse la iniciativa, dos preguntas comenzaron a revolotear: cómo y para qué. "Esto es político, a partir del 16 de julio comienza la hora cero: el inicio de un juicio popular. Es para que los venezolanos se expresen", respondió el gobernador Henrique Capriles.
Fuentes de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aseguran a EL MUNDO que la elección será manual, se hará en los alrededores de las iglesias del país y que se contará con la presenciad de observadores internacionales. La dirigente conservadora María Corina Machado aseguró que habrá 1.600 centros electorales en todo el país y 108 más en varias ciudades del mundo, incluida Madrid.
La ausencia de dirigentes chavistas críticos debilitó la dimensión de la llamada unidad nacional. "Es delicado para ellos tomarse esta foto con nosotros, pero lo apoyan", apuntó el vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara.
La respuesta de Maduro, durante un acto en apoyo de la Constituyente con la que quiere atornillarse en el poder, fue fulminante: "La derecha convoca a golpe de Estado, veremos quién es más fuerte".
La fiscal 'rebelde' en la Asamblea 'rebelde'
El anuncio de la oposición coincidió con la presencia de la fiscal rebelde Luisa Ortega en el Parlamento, al que acudió para que ratificara el nombramiento de su vicefiscal, Rafael González, encargado de sustituirla en caso de ser encarcelada. Todo el grupo parlamentario opositor votó a favor, así como un diputado chavista: el crítico Germán Ferrer, marido de Ortega. Y todos ellos lo hicieron a sabiendas de que el Supremo nombrará a dedo para ese cargo, saltándose una vez más la Constitución, a algún militante fiel a Maduro.
Luisa Ortega, fiscal rebelde, remarcó desde el estrado de la Asamblea Nacional que "la oscuridad no dura para siempre ni logra extenderse en su totalidad". La misma oscuridad que amenaza con envolverla mañana, día en que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidirá si la juzga, aunque no tenga ningún motivo para ello.
Capriles ha adelantado que todo está preparado para que Ortega sea destituida de forma fulminante, un proceso que se ha acelerado después de que la Fiscalía General de la República llamase a declarar, en calidad de imputados, a dos militares clave en la represión ordenada por el Gobierno de Nicolás Maduro. Dos militares condecorados por el 'hijo de Chávez' en las últimas horas, pese a la gravedad de sus acusaciones.
En su 'pressing' contra la fiscal, la Contraloría General de la República allanó hoy las sedes de la Fiscalía para investigar sus cuentas, "atropellando y tumbando puertas" y con la "lógica de un ejército de ocupación", protestó Ortega.
En un mensaje a la nación, realizado posteriormente, la jefa del Ministerio Público insistió en que "no descansaré hasta que recuperemos el camino de las libertades. Rendirse no es una opción. Definitivamente no podemos perder a Venezuela". "El pueblo de Venezuela los eligió a ustedes (...) Creo que esta Asamblea está legitimada", sostuvo Ortega.
El anuncio de la oposición coincidió con la presencia de la fiscal rebelde Luisa Ortega en el Parlamento, al que acudió para que ratificara el nombramiento de su vicefiscal, Rafael González, encargado de sustituirla en caso de ser encarcelada. Todo el grupo parlamentario opositor votó a favor, así como un diputado chavista: el crítico Germán Ferrer, marido de Ortega. Y todos ellos lo hicieron a sabiendas de que el Supremo nombrará a dedo para ese cargo, saltándose una vez más la Constitución, a algún militante fiel a Maduro.
Luisa Ortega, fiscal rebelde, remarcó desde el estrado de la Asamblea Nacional que "la oscuridad no dura para siempre ni logra extenderse en su totalidad". La misma oscuridad que amenaza con envolverla mañana, día en que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidirá si la juzga, aunque no tenga ningún motivo para ello.
Capriles ha adelantado que todo está preparado para que Ortega sea destituida de forma fulminante, un proceso que se ha acelerado después de que la Fiscalía General de la República llamase a declarar, en calidad de imputados, a dos militares clave en la represión ordenada por el Gobierno de Nicolás Maduro. Dos militares condecorados por el 'hijo de Chávez' en las últimas horas, pese a la gravedad de sus acusaciones.
En su 'pressing' contra la fiscal, la Contraloría General de la República allanó hoy las sedes de la Fiscalía para investigar sus cuentas, "atropellando y tumbando puertas" y con la "lógica de un ejército de ocupación", protestó Ortega.
En un mensaje a la nación, realizado posteriormente, la jefa del Ministerio Público insistió en que "no descansaré hasta que recuperemos el camino de las libertades. Rendirse no es una opción. Definitivamente no podemos perder a Venezuela". "El pueblo de Venezuela los eligió a ustedes (...) Creo que esta Asamblea está legitimada", sostuvo Ortega.
Os ponemos el enlace a la noticia:
http://www.elmundo.es/internacional/2017/07/03/595a7c25e5fdea397c8b457a.html
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