Publica el diario "El Mundo":
La primera vez que Albert Rivera y Pablo Iglesias se sentaron cara a cara en un programa de televisión para debatir vestidos de candidatos lo hicieron en el Tío Cuco,
un bar de Nou Barris, barrio obrero de Barcelona en el que Podemos
había ganado las municipales y Ciudadanos las autonómicas. Terreno
neutral y un café con leche para cada uno.
El programa Salvados convocó
a ambos cuando aún faltaban dos meses para las últimas elecciones
generales, las del 20 de diciembre. Casi todo se improvisó, no había más
reglas que hablar de todo y hubo tan buen rollo que a Pablo Iglesias se
le llegó a escapar: "Como esto siga así nos presentamos juntos a las
elecciones".
Han pasado casi ocho meses y unas elecciones en falso desde entonces y Jordi Évole
ha vuelto a sentar a los dos líderes de la llamada nueva política
española para debatir antes de unas nuevas generales, las del 26 de
junio.
Durante los últimos meses, Iglesias ha llamado "cuñado" a Rivera, se refirió a su partido como "la naranja mecánica" o "el envoltorio cool del
PP" y Albert Rivera acusó a Iglesias de enchufar a "amigos, familiares y
novias", de buscar propinas en Venezuela y de ser una "sucursal del
chavismo" en España.
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