domingo, 5 de junio de 2016

Venezuela y el Sáhara

Encontramos en "Canarias 7" este artículo de opinión de Vicente Lorca:

Ahora, por lo que se ve, nos preocupa Venezuela. Tanto inquieta ese país soberano que reúnen hasta el Consejo de Seguridad Nacional para abordar el grave proceso de inestabilidad en el que anda sumido. Aunque a decir verdad esa aparente preocupación rezuma electoralismo por todos los costados. 

Venezuela, la octava isla, como la llamáramos los canarios, tierra que fue de acogida durante mucho de nuestra gente y en donde habitan todavía muchísimos, vive tiempos convulsos y con ella los que allí residen desde hace bastante sin que hasta la fecha haya sido objeto de interés tan preferente. 

Pero como quiera que estamos, otra vez, en vísperas electorales toca usar el espantajo venezolano como recurso electoralero, aunque nada tenga que ver con lo que por aquí sucede y lo que aquí se dirime.

Ahora bien, si se trata de hacer gala de responsabilidad ante la coyuntura internacional que atraviesan lugares con los que tenemos especiales lazos históricos y de convivencia, bueno sería también recordar al Sáhara, que fue provincia española hasta 1975 y territorio inmerso desde entonces en un conflicto, precisamente por la enajenación que hizo España de su condición de potencia administradora.

El vecino Sáhara Occidental fue entregado por España a Marruecos y Mauritania por mor de un acuerdo nunca admitido por la comunidad internacional, que quedó aún más en entredicho cuando los mauritanos se retiraron del territorio ocupado, que fue anexionado por el reino alauí. Desde entonces se han venido desatendiendo las demandas de la ONU, que exigía, y exige aún, un referéndum de autodeterminación y la descolonización. 

Han pasado 41 años, el conflicto, que se cobró también víctimas canarias, sigue irresoluto y la incertidumbre continúa planeando sobre esa tierra vecina, por no hablar del drama humanitario que sufren los miles de saharauis que habitan en los campamentos de refugiados de Tinduf.

Os ponemos el enlace al artículo de opinión completo:


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario