Leemos en "El Nacional":
Aunque hubo cosas buenas, fue más lo
negativo que detectó el alto mando de los Medias Rojas de Boston en la
actuación dominical del abridor Eduardo Rodríguez. Es lógico. Resulta
difícil salvar lo mejor de una salida mala. El zurdo estuvo en la lomita
del Fenway Park por 5.2 innings, en los que permitió cinco carreras
limpias, cuatro hits y otorgó tres boletos a los bateadores de los
Azulejos de Toronto.
Las
observaciones a corregir no están destinadas a la fuerza de su brazo, a
pesar de que fue su segunda salida en las mayores, luego de dislocarse
la rótula de la rodilla derecha en febrero. Su recta y sinker estuvieron
bien, pues promediaron 93 millas por hora, su velocidad habitual. Lo
que le parece suceder al siniestro es una cautela en demasía al momento
de hacer los movimientos para lanzar.
“Está lanzando con un poco de cuidado”, le dijo John Farrell, manager de los patirrojos, al Providence Journal.
No es un inconveniente nuevo. Su rehabilitación con el Pawtucket,
sucursal Triple A de la organización, se vio detenida cuando el exceso
de cuidado del carabobeño se impuso, luego de sentir molestias en la
articulación lastimada.
Sin embargo,
no fue algo que se vio hace una semana, cuando derrotó a los Orioles de
Baltimore en su primera salida. Para ese momento, Rodríguez dijo que su
rodilla estaba bien, cosa que todavía mantiene.
“Él
(Eduardo) está tratando de ser agresivo, pero en las profundidades de
su mente se cuida también”, expresó Carl Willis, coach de pitcheo del
equipo grande. “Él necesita quedarse con el lado más agresivo en ese
proceso de pensamiento”.
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