Publica "RT.com":
"Era un hombre culto, muy culto; respetuoso, servicial. Pero le digo más, era un buen vecino".
Quizá ninguna biografía escrita sobre Joan Pujol,
 cargadas todas de eventos fantásticos, pueda llegar a ese nivel de 
proximidad que tuvieron Luis Guillermo Gutiérrez y su esposa María Emma 
Upegi, quienes por más de 10 años fueron sus vecinos en una pequeña 
población del caluroso occidente venezolano.
Pujol hubiese podido 
ser cualquier cosa: Quiromante, vendedor o político. De haber optado la 
escritura, de seguro no le habrían faltado personajes así como tampoco 
le fue negada la vocación para interpretar. No en vano, el considerado 
"mejor espía del mundo", usaba como nombre clave, el apellido de una 
actriz de Hollywood: Garbo, como Greta.
Esa facilidad para crear o mentir dirían algunos, le permitió llegar inmune de sospechas al denominado 'Día D',
 engañando al mismísimo Führer: Adolf Hitler con el desembarco de 
Normandía y a la -hasta entonces- infalible Abwehr, organización de 
inteligencia militar alemana.
Cada detalle de las acciones que le hicieron célebre, están 
perpetuadas en libros, películas y millones de páginas impresas. La 
experiencia del catalán como doble agente (inglés-alemán) se ha contado 
lo mismo que un largometraje de ficción.
Ingenio sin límites
Pujol,
 Garbo o Arabel, da lo mismo; convenció a los alemanes de que él, era el
 hombre mejor informado sobre los movimientos de las tropas aliadas en 
todo el viejo continente. Y con la elegancia de un prestidigitador, sacó
 del sombrero una imaginaria red de más de 20 informantes, ubicados 
falsamente en toda Europa, con la que llegó a tener a Hitler en sus 
manos.
Acabada la guerra, como un actor que se para a pies juntillas frente a
 la platea, bajó el telón de su vida: simuló su muerte y salió de 
escena.
Con la ayuda del servicio secreto inglés, el MI5, Pujol se
 mudó a Angola y con la teatralidad de la historia de Cleopatra, una 
serpiente daba final a su vida legal. Tras sus pasos: una esposa y tres 
hijos españoles, que se creyeron huérfanos por casi 3 décadas.
Corrían entonces los días del año 1949.
Destino Suramérica
Nueve mil kilómetros más lejos resucitaría, ahora como un mercader español.
Juan
 y no Joan, lo llamaron en Venezuela, país que escogió para vivir su 
nueva vida. Sin dejar de temer jamás una represalia nazi, huyó de las 
ciudades congestionadas. Aterrizaría en un campamento petrolero del 
occidente de la nación suramericana: Lagunillas.
Quien busque a 
Lagunillas en un mapa, verá que es una población del estado Zulia 
(Venezuela, a más de 685 km de Caracas), ubicada en el municipio del 
mismo nombre. 
Os ponemos el enlace a la notica completa:
https://actualidad.rt.com/actualidad/209063-mejor-espia-mundo-pujol-venezuela
 

