sábado, 4 de junio de 2016

Esclarecedora carta de una venezolana: "Hay más colas para comprar barato que protestas"



Publica "RT.com":

"En los últimos días, varias compañeras y compañeros latinoamericanos me han llamado para enterarse de nuestra situación, preocupados por las informaciones que les llegan sobre la falta de alimentos en el país. Hasta la coordinación general de esta pequeña Sociedad internacional a la que pertenezco nos hizo una llamada telefónica desde Roma. ¡Señal de que las noticias deben ser alarmantes! Por esas razones hago un relato general que diga desde mí, desde nuestros colectivos de trabajo, de militancia, reflexiones y amores, cuál es nuestra situación.

Confirmamos la falta de algunos insumos regulares que se convierten cotidianamente en la base de nuestra alimentación. Es decir, escasea el arroz, se complica conseguir un litro de aceite, la pasta aparece con mayor regularidad; y el azúcar ya olvidé cuándo fue la última vez que la compré en una tienda, pero en nuestra casa no ha faltado nunca. Haga usted un ejercicio de imaginación de cómo se puede tener un insumo- innecesario para la salud pero básico en algunos alimentos- con una red de relaciones cercanas o lejanas, o con dinero circulante…
Falta harina de maíz en las tiendas pero no ha disminuido la venta de arepas y empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de trigo, por lo que falta el pan en las panaderías pero ninguna Panadería de nuestros barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y galletitas a muy altos precios, porque el pan que falta es el pan salado que está regulado a 50 bolívares y cuando se consigue está en 150, 200 o 350bs. ¿Y la regulación de precios? ¡Es que no hay harina de trigo!

Sin embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y variedad, ni falta ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves, carnes, y pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace un año. Lo mismo pasa con el fresco queso, el jamón y demás variedades de embutidos que no han faltado nunca, claro a MUY altos costos…. ¿Y la regulación de precios? Fallo gubernamental o imposibilidad de sancionar porque quien hizo la ley, hizo la trampa.

Están desaparecidas las medicinas esenciales para mantener cualquier tratamiento regular de presión, circulación o cancerígeno.

Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr cualquier medicina esencial.
Los insumos de limpieza casera o aseo personal se han encarecido el mil por ciento en comparación al año pasado. Y el adorable café impagable si se consigue. 250g contrabandeado en 800bs, casi dos dólares a precio oficial, o menos de un dólar en el mercado paralelo. ¿Cuánto cuestan 250g de café en cualquier parte del mundo?
La leche en polvo está desaparecida y la leche líquida o alguna versión parecida aparecen al costo de 500bs, cuando hace un año no pasaba de 25bs. Un dólar a precio oficial hace un año era 10bs, hoy 420. Y la venta paralela que eleva nuestros niveles de costo de cualquier producto es de 1000bs. Para intuir la complejidad de lo que pasa en este gran país nuestro, hay que saber esos mínimos datos de mercado.

El sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el control cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años, y el control de precios de alimentos básicos. La industria encontró las grietas de estos controles por los cuales hemos podido todos los venezolanos tener acceso a alimentación regulada, y por supuesto, estabilidad emocional de mantener una familia e invertir ingresos en recreación, arte o vacaciones.
Hoy es un descontrol de precios, de no producción, y acaparamiento de lo poco producido, para "sacarlo" cuando al dueño de tienda le dé la gana.

¿Pobre Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico? ¿Qué hace el gobierno? "Ese Maduro es un inútil", dicen unos cuantos pobladores y gobernantes de otros países que reclaman el respeto que no dan.

Os ponemos el enlace a la noticia completa:

https://actualidad.rt.com/actualidad/209100--venezuela-hay-mas-colas-comprar-barato-que-protestas