Publica "RT.com":
"En los últimos días, varias compañeras y compañeros latinoamericanos
me han llamado para enterarse de nuestra situación, preocupados por las
informaciones que les llegan sobre la falta de alimentos en el país.
Hasta la coordinación general de esta pequeña Sociedad internacional a
la que pertenezco nos hizo una llamada telefónica desde Roma. ¡Señal de
que las noticias deben ser alarmantes! Por esas razones hago un relato
general que diga desde mí, desde nuestros colectivos de trabajo, de
militancia, reflexiones y amores, cuál es nuestra situación.
Confirmamos
la falta de algunos insumos regulares que se convierten cotidianamente
en la base de nuestra alimentación. Es decir, escasea el arroz, se
complica conseguir un litro de aceite, la pasta aparece con mayor
regularidad; y el azúcar ya olvidé cuándo fue la última vez que la
compré en una tienda, pero en nuestra casa no ha faltado nunca. Haga
usted un ejercicio de imaginación de cómo se puede tener un insumo-
innecesario para la salud pero básico en algunos alimentos- con una red
de relaciones cercanas o lejanas, o con dinero circulante…
Falta
harina de maíz en las tiendas pero no ha disminuido la venta de arepas y
empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de trigo, por
lo que falta el pan en las panaderías pero ninguna Panadería de nuestros
barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y
galletitas a muy altos precios, porque el pan que falta es el pan salado
que está regulado a 50 bolívares y cuando se consigue está en 150, 200 o
350bs. ¿Y la regulación de precios? ¡Es que no hay harina de trigo!
Sin
embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y variedad, ni falta
ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves, carnes, y
pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace un
año. Lo mismo pasa con el fresco queso, el jamón y demás variedades de
embutidos que no han faltado nunca, claro a MUY altos costos…. ¿Y la
regulación de precios? Fallo gubernamental o imposibilidad de sancionar
porque quien hizo la ley, hizo la trampa.
Están desaparecidas las medicinas esenciales para mantener cualquier tratamiento regular de presión, circulación o cancerígeno.
Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr cualquier medicina esencial.
Los
insumos de limpieza casera o aseo personal se han encarecido el mil por
ciento en comparación al año pasado. Y el adorable café impagable si se
consigue. 250g contrabandeado en 800bs, casi dos dólares a precio
oficial, o menos de un dólar en el mercado paralelo. ¿Cuánto cuestan
250g de café en cualquier parte del mundo?
La
leche en polvo está desaparecida y la leche líquida o alguna versión
parecida aparecen al costo de 500bs, cuando hace un año no pasaba de
25bs. Un dólar a precio oficial hace un año era 10bs, hoy 420. Y la
venta paralela que eleva nuestros niveles de costo de cualquier producto
es de 1000bs. Para intuir la complejidad de lo que pasa en este gran
país nuestro, hay que saber esos mínimos datos de mercado.
El
sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el control
cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años, y el control de
precios de alimentos básicos. La industria encontró las grietas de estos
controles por los cuales hemos podido todos los venezolanos tener
acceso a alimentación regulada, y por supuesto, estabilidad emocional de
mantener una familia e invertir ingresos en recreación, arte o
vacaciones.
Hoy es un descontrol de
precios, de no producción, y acaparamiento de lo poco producido, para
"sacarlo" cuando al dueño de tienda le dé la gana.
¿Pobre
Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico?
¿Qué hace el gobierno? "Ese Maduro es un inútil", dicen unos cuantos
pobladores y gobernantes de otros países que reclaman el respeto que no
dan.
Os ponemos el enlace a la noticia completa:
https://actualidad.rt.com/actualidad/209100--venezuela-hay-mas-colas-comprar-barato-que-protestas
